Cuando un partido se cierra con un empate, generalmente nin­guno de los equipos que dis­putaron el encuentro queda conforme. Y quizás para Libertad el 1-1 ante Recoleta no haya sido un resultado ideal porque cortó su racha de tres triunfos seguidos.

Sin embargo, no fue porque no lo buscó, sino porque se encontró con un rival que supo jugarle un partido inte­ligente y que aún en situación de desventaja, logró igualarle.

El Gumarelo trató de mane­jar el ritmo del partido desde el primer momento, pero esta vez ni Lucas Sanabria ni Hugo Fernández fueron los conduc­tores efectivos, para llegar con posibilidades al arco rival. Lo mismo ocurrió con Iván Franco, que lo intentó en un par de jugadas. Recoleta se dedicó a cuidar el resultado y también apuró con algunas acciones.

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De todas formas, lo mejor del partido se vio en el segundo tiempo. Porque Sergio Aquino metió cambios ofen­sivos con la firme idea de buscar ganar el partido. Los ingresos de Lucena, Troche y Melgarejo le dieron otra cara a su parte ofensiva y el equipo mejoró notoriamente. Tanto, que no tardó en llegar al gol por intermedio del pro­pio Lucena. Hugo Fernández tiró un centro que fue despe­jado a medias y el Pika, tras acomodarse, metió el dere­chazo para vencer al arquero Nelson Ferreira.

Fue desde ese momento cuando se vio la mejor ver­sión de Recoleta, porque se multiplicó en la marca y fue a buscar el empate. Los cam­bios también le dieron buen rédito y fue uno de ellos, Sebastián Vargas, quien habilitó a Lucas Romero para que este meta un tre­mendo derechazo para ven­cer a Martín Silva, que minu­tos antes había reemplazado al lesionado Morínigo.

A partir de ahí fue un partido de ida y vuelta, donde Liber­tad dispuso de las mejores ocasiones aunque el cuadro canario también lo pudo haber ganado.

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