Sportivo Luqueño recuperó la alegría y su efectividad para golear con contundencia a Tembetary y meterse nueva­mente en el grupo de equipos que pelean la punta.

Cuando se habla de un resul­tado de 5-1 pareciera que fue un partido a placer y relajado para el ganador, pero eso no fue lo que ocurrió anoche en Itauguá. Eso sí, el Auriazul necesitó apenas 38 segundos para abrir el marcador tras una gran incursión de Lau­taro Comas, que encontró un pasillo abierto por el sector izquierdo y mandó el centro por bajo para la definición de primera de Marcelo Pérez.

Tembetary replicó a los diez segundos y casi llega al empate, pero Aguilar salvó con la pierna una pelota impulsada por Charpentier. Todo lo bueno que quiso mos­trar en ataque el cuadro de Luis Fernando Escobar, con­trastó con su frágil sistema defensivo, que tras una mala salida, al inicio del segundo tiempo, terminó con el gol de Walter González.

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Aunque Charpentier logró el descuento con una gran volea un minuto después, la fuerza ofensiva auriazul nue­vamente se hizo presente con el golazo de Sebastián Quin­tana y con otro tanto más de Pérez, para comenzar a definir todo.

Un autogol de Nicolás Maro­tta terminó por sellar la goleada luqueña, que a dife­rencia de su rival, tuvo la efectividad que este no tuvo en todo el partido, pese a generar ocasiones de gol.

Luqueño sigue dando lucha entre los de arriba y aunque tiene flaquezas y es irregular, suma y es importante para sus objetivos, mientras que Tembetary parece ya perder definitivamente sus opciones de mantenerse en primera porque las soluciones no lle­gan. El promedio es implaca­ble y su tiempo se acorta cada vez más.

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