- Por Luis Irala
- Periodista Nación Media
Cerro Porteño no pudo superar la cerrada defensa de Luqueño y se tuvo que conformar con un empate que tiene poco sabor. En la mayor parte del primer acto, siempre hubo olor a gol en cada ataque del Ciclón. Dominio casi excluyente del dueño de casa, pero en todas las jugadas quemantes no acertaron el arco y en otras fue el arquero Aguilar el que impidió el gol cerrista.
Sin embargo, Luqueño, con menor posesión de pelota, también tuvo oportunidades para abrir el marcador. En una jugada, un estupendo pase filtrado de Quintana, dejó solo al novel Jonathan Ramos, pero su remate fue desviado magistralmente por Arias.
Y en otras dos opciones fue Chico Díaz el que falló en el momento de definir, en la primera tiro desviado y en la segunda nuevamente Arias se disfrazó de bombero para apagar el incendio.
Pasados los primeros 25 minutos Cerro cedió en la intensa presión ejercida, pero de todas maneras se ingenió para forzar a la última línea luqueña. Con el cuadro cerrista atacando y el rival defendiéndose terminó la primera fracción.
En la complementaria, el técnico azulgrana Diego Martínez propuso un juego mucho más ofensivo todavía, con el ingreso de Domínguez en vez de Aguayo y de entrada Cecisivo todavía, con el ingreso lio dilapidó rematando a las nubes un centro de Velázquez que lo dejó solo frente a la valla adversaria.
El dominio cerrista terminó a puros centrazos, emergiendo la figura de Alfredo Aguilar y de los centrales Villalba y Monzón para clausurar todo intento de gol del dueño de casa. La disciplina táctica luqueña frenó al Ciclón.