• Por Luis Irala
  • Periodista Nación Media

Cerro Porteño no pudo superar la cerrada defensa de Luqueño y se tuvo que conformar con un empate que tiene poco sabor. En la mayor parte del pri­mer acto, siempre hubo olor a gol en cada ataque del Ciclón. Dominio casi excluyente del dueño de casa, pero en todas las jugadas quemantes no acertaron el arco y en otras fue el arquero Agui­lar el que impidió el gol cerrista.

Sin embargo, Luqueño, con menor posesión de pelota, también tuvo oportunidades para abrir el marcador. En una jugada, un estu­pendo pase filtrado de Quintana, dejó solo al novel Jonathan Ramos, pero su remate fue des­viado magistralmente por Arias.

Y en otras dos opciones fue Chico Díaz el que falló en el momento de definir, en la primera tiro desviado y en la segunda nueva­mente Arias se disfrazó de bombero para apagar el incendio.

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Pasados los primeros 25 minutos Cerro cedió en la intensa presión ejer­cida, pero de todas mane­ras se ingenió para forzar a la última línea luqueña. Con el cuadro cerrista ata­cando y el rival defendién­dose terminó la primera fracción.

Jonathan Ramos se antepone al intento ofensivo de Víctor Gustavo Velázquez, en el partido que terminó empatado en la Olla.FOTO: MATÍAS AMARILLA - NM

En la complemen­taria, el técnico azulgrana Diego Martínez propuso un juego mucho más ofensivo todavía, con el ingreso de Domínguez en vez de Aguayo y de entrada Cecisivo todavía, con el ingreso lio dilapidó rematando a las nubes un centro de Veláz­quez que lo dejó solo frente a la valla adversaria.

El domi­nio cerrista terminó a puros centrazos, emergiendo la figura de Alfredo Aguilar y de los centrales Villalba y Monzón para clausurar todo intento de gol del dueño de casa. La disciplina táctica luqueña frenó al Ciclón.

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