En una tarde mágica para Jhon Arias y de gloria para Germán Cano, el Fluminense logró pasar a los cuartos de final del Mundial de Clubes al derrotar por 2-0 ayer a un irreconocible Inter de Milán.
El primer gol llegó temprano, con un cabezazo del argentino Cano a los 3 minutos, tras recibir un centro de su cómplice y amigo, el colombiano Arias, que armó juego, desequilibró y atacó como una máquina. En el club lo llaman el Pelé colombiano, y tras este partido, tienen aún más razones para hacerlo. Luego sería el mediocampista Hércules, quien, en sintonía con su nombre, mató al monstruo en los descuentos (90+3) y la mandó al fondo de las redes de Yann Summer.
El Flu, único carioca en competencia tras la caída del Flamengo y el Botafogo (Palmeiras es de São Paulo), salió al campo con una fiereza y agresividad típica de Copa Libertadores.
El DT Renato Gaúcho, además, le dio los nerazzurri de su propia medicina: salió al Bank of America Stadium, con un esquema 3-5-2, típico del Inter. Puso a los italianos a jugar contra su sombra, con un medio campo que defendía y atacaba con la misma velocidad, anulando al rival.
El Inter estuvo desconectado, con Nicolo Barela lanzando balonazos desde el centro del campo para Henrikh Mkhitaryan y Federico Dimarco, quien tuvo chispazos finales la igual que Lautaro Martínez, quienes lograron lanzar al arco, aunque sus tiros fueron contenidos o al palo.
Con este resultado, el Inter se va a casa, y el Fluminense se medirá con el ganador del duelo Manchester City-Al Hilal que se enfrentaban anoche.