El Palmeiras de Brasil resolvió sus problemas de definición y se acercó a los octavos de final del Mundial de Clubes al vencer ayer 2-0 al Al Ahly de Egipto en East Rutherford, Nueva Jersey, en la segunda jornada del Grupo A.
El club de San Pablo tuvo esta vez la eficacia que le hizo falta en su estreno el domingo en Estados Unidos, también en el MetLife Stadium, en el que desperdició varias ocasiones para vulnerar el arco del Oporto de Portugal (0-0).
Aníbal Moreno, un volante de primera línea, y Maurício, un creativo, se vistieron de asistidores para el equipo más veces campeón de Brasil en su pugna con el cuadro más laureado, con 12 coronas, de la Liga de Campeones de África.
El argentino lo hizo al servir un pase gol a la cabeza de Wessam Abou Ali, el 9 de los Diablos Rojos, en una pelota parada. El atacante impactó con la testa y coló el balón en el ángulo de su propia portería.
Y el brasileño, nueve minutos después de ingresar al campo, comandó un contragolpe que acabó con el gol número 11 de López en la temporada. El partido se postergó durante 50 minutos por amenaza de temporal, pero se reanudó sin cambios en el encuentro.
El triunfo le permite al Palmeiras apoderarse del liderato de la llave con cuatro puntos, con mejor diferencia de gol. Los africanos tienen una unidad.