El Gumarelo, de la mano de Sergio Aquino, cumplió y le ganó al 2 de Mayo en el juego definitorio para hacerse dueño del torneo Apertura.

Hay un club que en este milenio es el más ganador. Y ese es Libertad. El Gumarelo lo confirmó nuevamente ayer, tras conseguir ganar el título del torneo Apertura en la última fecha, con su victo­ria de 1-0 sobre el 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero.

De esta manera, llega a la línea de los 26 títulos de torneos ofi­ciales de nuestro fútbol.

No fue un partido brillante del cuadro de Sergio Aquino ni mucho menos, pero le fue suficiente para hacer algo que ya es costumbre: ser dueño del primer torneo oficial del año, como viene ocurriendo desde hace 5 temporadas, en los que también logró sendos títulos del Apertura.

Del partido se puede decir que lo sufrió en los prime­ros minutos. Porque el Gallo Norteño se erigió en un rival de mucha ambición, lle­gando incluso a inquietar mucho más el arco de Rodrigo Morínigo. Los locales tuvie­ron las más claras ocasiones para abrir el marcador, pero les faltó contundencia en la puntada final para ponerse en ventaja.

Hasta el palo jugó a favor del arquero gumarelo en el pri­mer tiempo, tras un remate mordido de Orlando Colmán.

De todas formas, el fútbol nunca entiende de lógicas ni merecimientos y ya en el segundo tiempo, Liber­tad aprovechó un desajuste defensivo para tener a favor un penal evitable. Lorenzo Melgarejo quiso filtrar un pase y Pedro Sosa, en su intento por cerrar el tiro, tocó con la mano la pelota.

Espinoza se encargó del tiro y con remate potente y arriba abrió el marcador.

El 2 de Mayo no varió su libreto y seguía buscando el gol. Tuvo nuevas ocasiones e incluso un penal, pero Sergio Bareiro mandó a las nubes su remate.

Libertad lo aguantó hasta el final y también tuvo para ampliar, pero priorizó cuidar el resultado y se llevó el pre­mio gordo del primer semes­tre, gracias a la buena dife­rencia de puntos que sacó en la primera rueda.

Sergio Aquino vuelve a ins­cribir su nombre con letras de oro en el Gumarelo. Multicam­peón como jugador, ahora ya también lo es como técnico. El estratega de Libertad como siempre agrade­ció a sus jugadores y dio la clave de este nuevo título del equipo.

“Solo me resta agradecer al plantel porque pudimos lograr los objetivos propuestos. La Supercopa fue el puntapié que este grupo necesitaba y ahora con este título y la clasifica­ción a octavos de la Copa. La primera rueda lo hicimos muy bien, sacamos los puntos que marcaron la diferencia, pero igual sabíamos que no iba a ser nada fácil. Además, no éramos can­didatos para nadie. Pero trabajamos en silencio, con sacrifi­cio y me pone contento todo esto, porque hablamos del 70 % del plantel compuesto por jugadores de la casa”, refirió.

Reconoció también que el equipo lo sufrió en este último tramo. “Estábamos con mucha ansiedad, el estrés de jugar cada tres días. Pero nos propusimos ganar dos partidos, fue así, no fue fácil, pero a Libertad nunca hay que sacarle de ningún torneo. Tiene corazón y es fuerte”, concluyó.