Con una exhibición de fútbol total, el París Saint-Germain es el indiscutible nuevo rey del fútbol europeo tras aplastar 5-0 a un Inter de Milán sin respuestas, ayer sábado en Múnich, para lograr la primera Liga de Campeones de su historia.
No hubo mucho espacio para la emoción. El marroquí Achraf Hakimi abrió el marcador en el minuto 12, Désiré Doué escribió un doblete (20’ y 63’) y además marcó el georgiano Khvicha Kvaratskhelia (73’) y nada más entrar Senny Mayulu (87’).
Pocas veces se vio una final tan desequilibrada. Nunca un equipo había ganado el título por cinco goles de diferencia: el PSG fue una apisonadora que sumó 23 tiros –ocho a portería–, por siete y dos para el Inter.
Con su incontestable triunfo, el PSG empieza a curar la profunda herida del fútbol francés con la competición que creó hace 70 años.
Su corona se une a la del Marsella, lograda en 1993 también en Múnich. Había sido un sábado festivo en Múnich: cielo azul y 30 grados, las calles repletas de hinchas, los muniqueses se bañaban en el río, un concierto de Dua Lipa casi en simultáneo a la final.
El PSG clavó la búsqueda de este equilibrio: desde el saque inicial sometió al Inter a un baile basado en la circulación rápida y el intercambio de posiciones en ataque que desarboló la poblada defensa italiana.
TRAS 127 AÑOS
Tuvieron que pasar 127 años de historia para que el PSG termine con la racha negativa en la Champions League hasta que por fin pudo levantar su primera Orejona al vencer 5-0 en el Allianz Arena de Múnich, a Inter de Milán, que una vez más perdió una final del torneo europeo más importante a nivel de clubes.
Los franceses acabaron con una temporada gloriosa en la que lograron triplete de títulos: Liga, Copa de Francia y este campeonato internacional.