- Por Martín Villagra
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Tremendo e histórico triunfo, paradójicamente a lo Ciclón. De contragolpe mortal y gol sobre la hora del juvenil Luis Abreu. Olimpia venció y festejó ante Cerro Porteño para extender a trece partidos su racha imbatible sobre el clásico rival.
El Decano dejó ardiendo el estadio La Nueva Olla de Barrio Obrero. Sus jugadores tuvieron coraje, enorme corazón, dieron vuelta una desventaja, también dejaron fuera de carrera a su adversario eterno.
Antes de la media hora, un mejor cuadro azulgrana llegó al tanto apertura mediante Juan Iturbe, quien remató de zurda a la carrera el pase de Alan Benítez, este último habilitado por el sector derecho con un pelotazo largo de Federico Carrizo.
Cerro dispuso de otras chances en los pies de Cecilio Domínguez y Jonathan Torres. Olimpia asustó con Derlis González, quien anotó en posición adelantada, aunque su conquista fue anulada.
Los cambios y la determinación dieron otro aire a Olimpia en el segundo tiempo. En cinco minutos llegó al empate con el golazo del lateral izquierdo Facundo Zabala, campeón de mil batallas, quien definió como crack el gran pase filtrado de Rodney Redes ante la salida estéril del arquero Fernández. Olimpia comenzó a mandar en el partido, esperó el momento para golpear, desesperó a Cerro, que devorado por los nervios y el pánico escénico, volvió a sucumbir.
En el último minuto de tiempo agregado, Hugo Adrián Benítez emprendió corrida, remató potente, el balón desvió a medias el arquero Roberto Fernández y apareció el juvenil Luis Abreu, quien de atropellada puso el segundo gol. Así se desató la fiesta de Olimpia en la casa de Cerro Porteño.