El volante paraguayo Andrés Cubas no respeta pergaminos ni títulos cuando entra en modo futbolista. Así lo hizo siempre y esta vez la máquina irritó demasiado a Lionel Messi en los dos encuentros semifinales de la Copa de Campeones de la Concacaf.
Vancouver Whitecaps dio el golpe de gracia al festejar de visitante 1-3 ante el Inter Miami y clasificó a la gran final de la Copa de Campeones de la Concacaf, dejando en llama al 10 de la selección albiceleste.
El estadio Chase, casa del conjunto estadounidense, se vistió de gala para acoger a los suyos, siempre liderados por el astro argentino Messi.
Sin embargo, la formación canadiense, que tuvo a Cubas desde el vamos y hasta el minuto 73’, amargó a la afición local con los goles de Brian White, Pedro Vite y Sebastian Belhanter. El español Jordi Alba dio la ventaja inicial al Inter, que tuvo al paraguayo Héctor David Martínez desde los 77’.
Así las cosas, Vancouver se llevó la serie por un contundente 5-1, tras ganar la ida, disputada en Canadá, por 2-0.
Ahora, los Whitecaps esperan en la que será la primera final internacional de su historia por el ganador del cruce mexicano entre Cruz Azul y Tigres UANL, que terminó esta madrugada.
INCIDENTE
El albirrojo Cubas le dio una dura entrada al astro argentino y por ello recibió la tarjeta amarilla en el segundo tiempo. Messi, al percatarse que otra vez fue Cubas, lo miró de manera desafiante y posterior a eso le habló.
Cubas, tal como pasó en el primer partido, no le hizo mucho caso a Messi y siguió jugando. Eso sí, la amonestación fue determinante para que el paraguayo deje la cancha en el minuto 73.