- POR MARTÍN VILLAGRA
- Periodista
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En medio de la presión en la previa, el único negocio era ganar para los dos equipos. Cerro Porteño intentó forzar las acciones al comienzo, pero Guaraní tuvo la paciencia y asestó el golpe letal en la Nueva Olla de un contragolpe sobre el cierre del partido. El gol se hizo esperar, pero llegó de un cabezazo del juvenil Diego Fernández, quien había ingresado poco antes de constituirse en figura determinante del partido.
Dio el peor desenlace para Cerro Porteño, que está muy lejos de los puestos de vanguardia, mientras Guaraní se encargó de otro batacazo y también se repuso del traspié anterior.
El primer tiempo se fue sin abrirse el marcador. Hubo un par de aproximaciones de cada equipo en medio de la cautela, muchos toques intrascendentes e imprecisiones en la salida desde la defensa.
El golero aurinegro Gaspar Servio tuvo algo más trabajo que su colega Gatito Fernández del Ciclón, pero no lo suficiente para hacer una diferencia.
Un remate de Juan Iturbe, que controló en dos tiempos Gaspar Servio, fue de lo más claro a favor de Cerro Porteño. Alcides Benítez pudo cerrar mejor un gran contragolpe para Guaraní, pero su remate fue raspando uno de los palos.
En el segundo tiempo, la temática no varió. Cerro intentó ser más punzante y probó algunas variantes, principalmente con los ingresos de Federico Carrizo y Francisco da Costa. Pintaba para el cero a cero, en medio del vaivén del encuentro en sus tramos finales.
Hasta que se dio la jugada clave en el último suspiro con un picante contragolpe de Guaraní sobre el minuto 94. Daniel Pérez lanzó centro desde el sector derecho, Richard Torales conectó el cabezazo, apenas salvado sobre la línea del gol por el arquero azulgrana Roberto Fernández. Para felicidad de los aurinegros y total frustración de los azulgranas, Diego Fernández atropelló y de cabeza anotó el único tanto del compromiso. Así se cerró el otro capítulo de gran frustración azulgrana en Barrio Obrero.