En el cierre de la jornada sabatina en el estadio Rogelio Livieres de Dos Bocas por la novena fecha del torneo Clausura, Guaraní le puso freno al andar de Cerro Porteño con una victoria apre­tada y valiosa.

El resultado trae calma al Abo­rigen, que sumó su segunda vic­toria y enciende las alarmas en el Ciclón, de floja actuación, que no mereció más y quedó sin la posibilidad de alcanzar la punta en forma parcial, a la espera de lo que suceda este domingo con el partido de Olimpia, su tradi­cional rival, que comanda la tabla en solitario.

En un primer tiempo irregu­lar, Guaraní buscó más y tuvo chances ante un flojo Cerro, que recién intentó reaccionar tras el recibir el gol. Abrió la cuenta Daniel Pérez de atro­pellada, aprovechando un rechazo corto de cabeza de Wilder Viera. El punto nega­tivo para el local fue perder a la media hora por lesión a su goleador Adrián Alcaraz.

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En el segundo tiempo, Cerro apostó por cambios ofensivos con los ingresos de Fernando Fernández, Juan Iturbe y Der­ lis Rodríguez. El empuje y las ganas no alcanzaron para for­zar en medio de los nervios, el desorden y la falta de claridad para generar.

Guaraní nunca se desordenó en todas su líneas y tentó algunos contragolpes para ampliar el marcador. Cerro solo tuvo chispazos con Diego Churín y Alan Bení­tez, quien remató un balón a uno de los palos.

Los cinco minutos de tiempo agregado, reflejaron la sere­nidad de Guaraní para mane­jar el trámite, mientras que los jugadores de Cerro entra­ron en los roces, las friccio­nes y protestas airadas hacia las decisiones del árbitro Juan Gabriel Benítez. Y así llegó el final con el festejo del Cacique en su toldería.

Etiquetas: #Guaraní#Cerro

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