La presión es doble tanto para Cerro Porteño como Guaraní, que este viernes abren la octava fecha del torneo Apertura, único juego que tiene la agenda del feriado nacional en el estadio aurinegro Rogelio Livieres de Dos Bocas.

El Ciclón ganó sus primeros dos partidos, pero luego se frenó con empates y para colmo de males perdió los puntos en dis­puta ante el 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero a raíz de los inci­dentes generados por las barrabravas La Plaza y Comando, que obligaron a la sus­pensión al inicio del segundo tiempo y posterior cas­tigo de parte del Tribunal Disciplinario de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF).

Cerro Por­teño bajó de rendimiento en todas sus líneas y tras el pálido empate sin goles de la última jor­nada ante Sol de Amé­rica, el téc­nico argen­tino Víctor Bernay tiene crédito agotado, por lo que un mal resultado en su visita a Guaraní puede desembocar en su salida.

En medio de la impaciencia y desazón de los seguidores de Cerro Porteño por el bajo rendimiento del equipo, durante la semana el equipo entrenó en medio de una serie de rumores sobre el eventual cam­bio de entrenador. Se mencionó como trascendido el nombre de Julio César Cáceres, ex-Olim­pia y actualmente al frente del Sportivo, cuestión descar­tada en esferas de Luqueño, club que ha renovado vín­culo con el citado profesional.

Guaraní, que marcha quinto en la tabla de posiciones, quiere recuperar terreno y sobre todo la confianza tras una dura caída frente al Olimpia en Encarnación (3-1), en ocasión de la séptima fecha. Ambos equipos preparan cambios en sus respectivas formaciones.