Yeda, Arabia Saudita. AFP.
Convertirse oficialmente en el mejor equipo del mundo. Es a lo que aspira el Fluminense brasileño antes de la final del Mundial de Clubes en la que se enfrenta hoy desde las 15:00 al campeón europeo, un Manchester City sin Erling Haaland, pero con una galaxia de estrellas en busca de culminar un año histórico.
Porque aunque los Citizens son considerados actualmente, por presupuesto, plantel, entrenador, y por la cosecha de títulos de este año, como el mejor equipo del mundo, el Fluzão está a 90 minutos de adquirir esa condición y entrar en la leyenda, devolviendo a Brasil y a Sudamérica un título planetario que no cruza el océano desde 2012 de la mano de Corinthians.
UNA PRIMERA VEZ
Si ostentar el cetro mundial supone de por sí una motivación suficiente para cualquier equipo, para el Tricolor y los Sky Blues se añade la posibilidad de inscribir por primera vez su nombre en el palmarés del torneo, en el que sucederían al Real Madrid.
Ambos podrían presumir de haber conquistado la última edición del Mundial de Clubes desde que se disputa ininterrumpidamente con el formato actual (2005), antes del paso en 2025 a una competición con 32 equipos y periodicidad cuatrienal.
Porque el club brasileño y el inglés levantaron en 2023 por vez primera en su historia la Copa Libertadores y la Liga de Campeones, respectivamente, y ahora quieren cerrar el círculo.
“Es el partido más importante de mi vida. El próximo partido siempre es el más importante. También coincide con ser el partido, históricamente, más especial, se decide un título mundial”, afirmó el técnico del Flu y de la selección brasileña Fernando Diniz.
El City, que ha llevado a sus vitrinas este año además de la Orejona, la Premier League, la Copa inglesa, y la Supercopa de Europa, aspira también a convertirse en el primer club inglés en ganar el Mundial de Clubes en su primera participación, después de que Manchester United, Liverpool y Chelsea no lo lograsen en su primer intento.