El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, condenó los enfrentamientos que retrasaron en casi 30 minutos el Superclásico entre Brasil y Argentina, en Río de Janeiro.
Cuando se interpretaban los himnos, se desencadenó una pelea entre hinchas argentinos y brasileños en la tribuna sur del Maracaná y los incidentes se agravaron con la intervención de la policía, que reprimió con fuerza a los aficionados visitantes.
“La violencia en el fútbol es totalmente inaceptable, tanto dentro como fuera del campo de juego”, declaró Infantino en su cuenta de Instagram, en inglés, español y portugués.
Por su parte, la Conmebol emitió un comunicado en el que condena toda forma de violencia y cooperará con acciones que apunten a desterrar la violencia, el racismo, la xenofobia y la discriminación.
Asimismo, el ente rector del fútbol sudamericano deja constancia que no es organizadora de las clasificatorias a la Copa del Mundo. La elaboración de las normas que rigen la clasificatoria, así como la decisión de abrir una investigación y la aplicación de eventuales sanciones, son atribuciones exclusivas de la FIFA.