• Por Juan Vicente Duarte
  • Periodista/Nación Media.

Y un día, falló Liber­tad. El cuadro Gumarelo, que venía ganando todo en este segundo semestre, cayó de local (1-0) ante el Fortaleza de Brasil en su partido de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana y puso en serio riesgo su clasifica­ción a los cuartos de final de la competencia.

Fue -quizás- el partido más flojo del equipo de Daniel Garnero en este tramo del año, principalmente en el primer tiempo, donde quedó a merced del cuadro brasi­leño desde los primeros minutos.

La vuelta a la titularidad de Hernesto Caballero no le dio buenos dividendos y algu­nas imprecisiones poco fre­cuentes en defensa y la des­conexión con la delantera, facilitaron la tarea del For­taleza, que rompió la paridad a los 20 minutos.

Guilherme superó a Piris por el sector derecho y tras ganar la línea de fondo, cen­tró por bajo para la atrope­llada de Ze Welison, quien definió solito de zurda desde el corazón del área. Fortaleza se sintió bastante cómodo por esos minutos, con un mediocampo muy laborioso y siempre práctico.

Libertad tardó en salir de ese momento de despiste, pero cuando lo hizo, no pudo hilar jugadas colectivas, salvo algunas acciones aisladas, en las que casi consiguió la pari­dad. Tito Villalba fue el que más probó y estuvo cerca con dos remates.

Los cambios a los que recu­rrió Garnero en el segundo tiempo le dieron más pre­sencia en el área, pero más por empuje y ganas que buen fútbol.

Mejoró el equipo, eso sí, pero no le alcanzó para evitar una derrota que sin dudas duele, aunque con la esperanza de lograr en la revancha pre­vista dentro de una semana, el objetivo de clasificar.

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