• Por Luis Irala
• Periodista Nación Media

Fundamental triunfo logró Olimpia sobre Ameliano que le sirve para seguir soñando con el título de campeón del tor­neo Clausura.

La primera etapa, en gene­ral, fue lenta y muy cortada. Ameliano enseguida se des­ordenó defensivamente y mucho tuvo que ver el flojo nivel de su sector medu­lar, que no lograba cortar los circuitos del Decano. A los nueve minutos casi convierte Olimpia. Uno de los característicos pases al vacío de Richard Ortiz fue hacía César Olmedo, quien de primera envió el centro que fue cabeceado por Hugo Benítez, permitiendo la pri­mera gran intervención del arquero Rossi. Sin embargo, poco duró el mejor juego de los olimpistas y el partido entró en un pozo del que fue difícil de salir. Recién en los últimos cinco minutos vol­vieron las emociones y sobre el final otro cabezazo, esta vez de Richard Ortiz, fue sacado nuevamente magis­tralmente por el golero Rossi.

La complementaria fue un calco de la fracción inicial; poco fútbol, muchas inte­rrupciones. Los primeros 15 minutos fueron insoporta­bles; para no ver.

Enseguida Palermo recurrió al ingreso de Derlis Gonzá­lez, quien reaparecía en el equipo, buscando la solución al pálido desempeño de su conjunto.

Nuevamente el golero Nico­lás Rossi se vistió de héroe al desviar dos remates dentro del área, primero de Manuel Capasso y luego de Redes, que tenían destino de red. Y el gol de Olimpia se gestó desde el banco. El recién ingresado Hugo Fernán­dez filtró un pase para Der­lis, quien con clase y colo­cando el balón marca el gol para el importante triunfo del Decano, que sigue bien arriba en el Clausura. Cas­tigo para Ameliano que se conformó con el empate.

“Fuimos justos ganadores, merecedores de los tres pun­tos. El arquero de ellos fue la figura y se cortó el maleficio ante Ameliano. Derlis (Gon­zález) está con ganas, mucho entusiasmo y lo va a motivar el gol. Sabe la importancia que tiene con el grupo y hay que seguir poniéndolo apunto”, declaró en conferencia de prensa el DT de Olimpia Mar­tín Palermo.

El Titán resaltó también la importancia de mante­ner el arco en cero y destacó que “somos un equipo más maduro, por eso se dan los resultados. Era un partido muy difícil y el equipo lo intentó hasta el final”.

En campamento de Ameliano, el entrenador Aldo Bobadi­lla lamentó la caída con un gol encajado cerca del final.

“Tristes por cómo lo perdi­mos. Era un partido controlado, incluso comenzamos a volcarlo a nuestro favor. Cuando empe­zamos a jugar, generamos oca­siones”, indicó.

Juan Vicente Duarte, Nacion Media

Olimpia le ganó anoche en forma agónica a Sportivo Luqueño, con un gol de Facundo Bruera en el último segundo del tiempo añadido y rescató al equipo de Martín Palermo de una noche sin rumbo.

El tanto fue demasiado castigo para los auriazules, que perdonaron previamente y se fueron con las manos vacías.

Los primeros quince minutos fueron de pura adrenalina franjeada. Comenzó a ganar los rebotes y las pelotas a Parzajuk se fueron multiplicando. El juvenil ganó la iniciativa en una de ellas y tras dejar en el camino a Aguilar, también se abrió de Aguilar, pero ya con ángulo cerrado definió mal, perdiéndose el tanto de apertura. Tras otros avances sin éxitos, la historia cambió. Luqueño equilibró todo y puso a correr a sus dos hombres más veloces, como Maná y Comas.

Sucesivos saques de esquina para apurar con la pelota parada, pero tampoco estuvo fino en la definición. De todas formas, la sensación de gol siempre rondó más el arco de Olveira, tanto por la poca marca del mediocampo franjeado como por el ímpetu auriazul, principalmente con un activo Conejo Benítez, que arañó su tanto en un par de jugadas.

Se esperaba que al inicio del segundo tiempo Olimpia mostrara un poco más de rebeldía, pero ello no sucedió y el partido se presentaba ideal para los contras de Luqueño, pero al equipo de Cáceres también le faltó decisión. Lo intentó a su manera pero siempre equivocó el camino en el último cuarto de la cancha, incluso perdonando en los minutos finales.

Fue así y luego de dos jugadas increíblemente malogradas por Luqueño en los pies de Fernández y Rojas, se vino el tanto franjeado. Vera rescató una pelota y metió el centro que Arrúa bajó estupendamente para Bruera. Solito, el argentino definió por debajo de Aguilar para sellar el 1-0.

Injusto o no, los goles se hacen y Olimpia lo hizo para sumar tres puntos de oro.

Juan Vicente Duarte, Nación Media

Olimpia sacó de la galera una victoria en un partido que prácticamente lo tenía perdido. Fueron tres inspiraciones del Franjeado para remontar un resultado adverso ante General Caballero de Mallorquín, que se puso en ventaja en el primer tiempo, pero que sucumbió en los tramos finales.

El Rojo mallorquino se trajo el gol de los vestuarios. Tras un lateral y un centro al corazón del área, Sanguina conectó de cabeza que Espínola lo sacó con los pies. Sin embargo, en el rebote, el juvenil Marcos Machuca metió el derechazo inapelable para poner adelante a la visita.

Fue el comienzo ideal para el cuadro de Troadio Duarte que sufrió después el asedio franjeado, que arañó el empate en no menos de tres ocasiones. De todas formas, la falta de acierto y el buen juego del equipo de Arce eran evidentes.

Fue así que General Caballero aguantó bien ese periodo y lo hizo incluso mejor en el segundo tiempo. La inoperancia franjeada se hizo más notorio con el correr de los minutos, porque la respuesta de los más experimentados, principalmente, fue escasa. Por el contrario, jugadores como Richard Ortiz e Iván Torres se iban cambiados por la poca respuesta física y futbolística.

Pero como el fútbol es impredecible, una jugada lo cambió todo.

Y el que lo hizo posible fue Alejandro Silva, hasta ese momento uno de los más erráticos. El charrúa recibió una pelota y enfiló al arco. Tras acomodarse, sacó el misil que se metió al ángulo de Gustavo Arévalos. Golazo.

Ese gol le dio al Franjeado el espaldarazo que no lo tuvo en casi todo el partido para que un minuto después, Manuel Romero aproveche un buen centro de Otálvaro para conectar de cabeza y decretar el 2-1. Ya jugado y a la desesperada, General fue a buscar el empate, pero en un contragolpe, Brian Montenegro cerró el expediente con el tercer gol ya en el cierre.