Julio César Cáceres, ex entrenador de Olimpia, expresó que los cambios tienen dificultades y que se necesita de tiempo para alcanzar los resultados, refiriéndose al actual técnico Diego Aguirre, en una charla con Versus Radio/Nación Media.
“Es difícil opinar cuando uno está afuera. Lo que puedo decir es que cualquier cambio tiene sus dificultades y se necesita tiempo para llegar a los resultados. Veo a los jugadores que están tratando de hacer lo mejor siempre y dar la oportunidad también al entrenador”, destacó al tiempo de contar que sigue los partidos del Decano. “Miro, observo como lo estoy viendo a todos los equipos. No es que me cueste nada, me da mucha satisfacción ver jugando a muchos jugadores jóvenes, a quienes dimos oportunidad en su momento y ahora son considerados como jugador de Primera por el actual entrenador”, sostuvo.
Cáceres no tomó postura sobre la posibilidad de agarrar un proyecto de selecciones menores de la APF, pero sí dio a entender que en el futuro todo puede pasar. “Lo tengo que conversar con mi cuerpo técnico si aparece la propuesta. Como cuerpo técnico, depende mucho de los proyectos que tienen para más adelante. Ahora mismo es aprovechar este tiempo para viajar, ver cosas”, añadió.
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Vivir y no querer morir en el tiempo de la inmortalidad digital
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
La muerte es parte de la realidad real. La inmortalidad digital es una alternativa posible de la realidad virtual. El “no te mueras nunca” es solo un deseo imposible que contiene tan válidas como respetuosas pretensiones afectivas.
“Sin duda la muerte ha inquietado al hombre de todas las épocas. Hoy en día tiende a verse como un dato objetivo, estanco e indiscutible, y como un hecho biológico e individual, (aunque) esta concepción sin duda está fuertemente vinculada con la medicalización y cientifización de la vida –de la salud y la enfermedad– y por ende de la muerte”, escribió muchos años atrás Marisel Hartfiel, catedrática argentina.
Desde esa perspectiva, agregó que “sin embargo, la representación y las actitudes del hombre ante la muerte –costumbres, mitos, creencias, ritos– han sido muy diferentes en distintas épocas y en distintas sociedades (porque) la muerte es mucho más que una cuestión médico-científica y por todas sus implicancias culturales particulares, debe ser entendida como una construcción social e histórica”.
Después de contextualizar su reflexión, se preguntó y preguntó. “¿Cómo ha sido construida la imagen o representación y las actitudes que hoy tenemos frente a la muerte? y ¿bajo qué mecanismo ha sido posible construir esta imagen como natural e inmutable?”.
Para responder se situó en “dos momentos históricos relevantes” como los que a su juicio son “en el siglo XIX (el) momento en que los médicos comienzan a diagnosticar la muerte y, en el siglo XX, con la introducción de la gran tecnología médica; y la puesta en funcionamiento de las unidades de cuidados intensivos (UTI)”.
Hartfield, especializada en salud, sostiene entonces que “esas rupturas instauran una nueva forma de ver y hablar, una nueva concepción, una nueva mirada sobre la cuestión de la muerte”. Y vuelve con los interrogantes que se hace y nos hace. “¿Cómo se vive la muerte de otros ? ¿Qué imagino de mi propia muerte? ¿Qué ritos, qué costumbres, qué gestos, qué palabras, que actitudes esperables se construyen?”.
MIEDO
Dice Antonio Porchia (1886- 1968) que “casi siempre es el miedo de ser nosotros lo que nos lleva delante del espejo”. Así se expresa en “Voces”, su único libro, que contiene una colección de aforismos.
Desde que tuvo 15 años vivió en la Argentina junto con su madre y hermanos. Su padre falleció antes que migraran desde su Italiana tal hacia el sur del sur . Supe de él y de su obra cuando en el cuarto año de colegio secundario en el Instituto San Román, en el Bajo Belgrano, mi pueblo natal en Buenos Aires, unos 1.250 kilómetros al sur de mi querida Asunción, la querida profe de Literatura, Antonia Caputo, nos recomendó leerlo.
Un texto sorprendente que aún me sorprende. Con tapa y contratapa blancas, solo la palabra “Voces”, impresa en negro, era la imagen de la portada. Muchos meses lo tuve conmigo. Lo llevaba a todas partes. Con frecuencia consulté y consulto sus aforismos. Casi nunca sus palabras producen en mí el mismo sentido. De allí que descubro a Porchia una y otra vez. Tengo la certeza de que nunca es el mismo y siempre lo es.
“Mis muertos siguen sufriendo el dolor de la vida en mí”. La muerte atrae. Convive. Está siempre. Habita entre los vivos. Los sobrevuela. Y se impone como destino inevitable. Por ello también preocupa y... ocupa.
“Ay... / si un día para mi mal / viene a buscarme la parca. / Empujad al mar mi barca / con un levante otoñal / y dejad que el temporal / desguace sus alas blancas. / Y a mí enterradme sin duelo / entre la playa y el cielo... / En la ladera de un monte, / más alto que el horizonte. / Quiero tener buena vista. / Mi cuerpo será camino, / le daré verde a los pinos / y amarillo a la genista...”, demanda el Nano (Serrat), desde 1971, cuando tenía 28.
HONORES
La muerte, claramente, no es tema de edades. Gambetearla no es una opción posible. Ni don Alfredo di Stéfano (1926- 2014) pudo hacerlo. Un 7 de julio la Saeta Rubia entró al área con el balón dominado, pero no pudo con ella. Lo durmió en el Santiago Bernabéu. La hinchada enmudeció. Algunos estallaron en llantos. También el Camp Nou calló respetuosamente, en Barcelona.
Casualmente en Madrid cuando aquella jornada, le rendí honores cuando desfilé junto con miles ante su féretro. También en el 12 de la Calle de Tehuán. Allí mismo, en Casa Labra, muy cerca de la Puerta del Sol, levantamos una copa en su honor, cuando caía la tarde de aquel día. Resistir no tiene sentido.
Worldometers.info –en las primeras horas del viernes 22 de agosto– reporta que en este año con la Parca ya dejaron la aldea global poco más de 39,9 millones de vivos y vivas. “Ni el sol ni la muerte pueden mirarse fijamente, dijo François de La Rochefoucauld en el siglo XVII”, dijo alguna vez Fernando de Savater.
La muerte atraviesa culturas, religiones y creencias. Aunque sin acordar públicamente en hacerlo, nutridas multitudes procuran ignorarla, negarla o.… como si fuera posible, olvidarla. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo desconocerla u olvidarla cuando sabemos que está allí, a la vuelta de la esquina?
CAMINO
Construir la inmortalidad – como idea, dogma o práctica– es un camino para muchos y muchas que, con múltiples rituales, intentan quitar a la muerte de la cotidianidad hasta que la evidencia empuja y llega el momento de admitir que no se puede con ella. En esos intentos, hasta los más recientes desarrollos tecnológicos son herramientas aptas para lo que aparece como imposible o... como un deseo que, tal vez, atraviesa la historia de la humanidad.
Berretines, inseguridades, cobardías, incertidumbres. “Debemos tener una vida sana con la muerte”, sostiene la filósofa Raquel Fernández Formoso, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de España, al colega Sergio Fanjul de diario El País.
“Hay que asignar valores adecuados a las cosas, lo que es efímero, lo que es permanente”, recomienda. Desde su perspectiva, esa actitud permitirá “entender que mi vida forma parte de esta danza que terminará”, que tendrá un final “que no tengo que verlo (como) una carencia o un error de diseño biológico a corregir”.
Siento que, quizás, nos exhorte a vivir también la muerte. ¿Será así? Suena razonable, ante la inevitabilidad. “Todo concluye al fin nada puede escapar / Todo tiene un final, todo termina / Tengo que comprender no es eterna la vida...”, sostiene Ricardo Soule a través de Voz Dei desde 1972.
¿Qué es lo que no se entiende? ¿Qué impide comprender algo tan simple? Tan común como esperable. Hasta el mismísimo Sol –esa estrella increíble– habrá de morir. Coinciden los astrofísicos que se apagará dentro de 4.000 millones de años. También predicen que en la Tierra será difícil la supervivencia mucho antes.
CERTEZA
Y, ante la vista de quien quiera mirar con los ojos bien abiertos, tener la certeza de que nada de aquel fin probable para la ciencia podrá evitarse, si nos atenemos a los senderos por los que nos conducen los líderes y lideresas por estos tiempos que nunca antes en las últimas ocho décadas se acerca tanto al precipicio y baila una especie de danza macabra en el borde.
¡Joder! Es preciso pensarlo, proyectarlo, decirlo e internalizarlo. No es drama ni es tragedia. “Hay que aprender a vivir y a morir”, sostiene Ana Carrasco Conde (45), premio de ensayo Eugenio Trías en noviembre de 2023. Entrevistada por Joseba Elola para diario El País, añade reflexivamente (tal vez esperanzada) que “una vez que aceptamos que vamos a morir, tenemos que hacer una apuesta por vivir una vida que merezca la pena ser vivida (...) hay que aprender a vivir con intensidad cada momento”.
Adhiero. Hartfield, Porchia, Serrat, Soule, Fernández Formoso.... todos y todas en algún momento piensan (y pienso) la muerte. Aunque, tal vez, la nueva longevidad – como da en llamar Diego Bernardini a la prolongación de la vida activa– hace que ya no sea tan común a cuarentonas y cuarentones haber vivido alguna experiencia familiar o personal que las y los acerque a la experiencia de la muerte a través de múltiples ausencias y de la elaboración de los duelos por aquellas y aquellos que partieron.
No. Porque ese momento tan sustancial como inevitable para los vivos y las vivas también por estos tiempos está atravesado por los desarrollos tecnológicos que, desde alguna forma y lugar, potencian mitos y prácticas sociales. Palabras poco extendidas en su uso y aplicación comienzan a ganar espacio y a ser parte del vocabulario cotidiano en algunas sociedades.
MITO
Criogenización es una de ellas. Aunque debo ser preciso, desde el 15 de diciembre de 1966, cuando falleció Walt Disney –el creador de Donald y Mickey, entre tantos comics– el que supongo debe ser un mito urbano planificado y gestionado como tal, asegura que su cuerpo fue congelado a muy baja temperatura para “resucitarlo” cuando la ciencia médica lo posibilite.
Huelga decir que todavía no ha sucedido. Pero, más acá de aquello, tan perdido en el tiempo para casi todos y todas, la idea de descargar los contenidos de la mente humana en algún dispositivo de memoria externa o en la mismísima compu comienza a ganar terreno.
“ Mind uploading ”, ¿viste? También guardar con esos formatos fotos y videos de papá, mamá, hijos, hijas, amigos, amigas, novios, novias, amantes... ¡Todo! La holografía, sumada a la IA (inteligencia artificial), abren las compuertas de la creatividad para crear ilusiones y monetizarlas. El único límite es la ética. De la construcción social de la muerte que didácticamente proponía Hartfield a la coconstrucción de avatares simbólicos para poner fin a la muerte tal y como la conocemos hasta hoy para ponerla a la venta como más vida y eternidad.
Me suena a bulo, a venta de baratijas, a desmesuras, a ilusiones de pacotilla. “Qué poco rato dura la vida eterna / Por el túnel de tus piernas / Entre Córdoba y Maipú…”, canta Joaquín. Me quedo con él. “La imaginación al poder”, como en el Mayo Francés del 68 que no pude ni quise, ni puedo ni quiero siquiera dejar atrás. No me parece aquello –lo nuevo y reciente, mercado en ciernes– una forma atractiva de existir o de no existir.
Se le puede exigir más a la existencia y, por qué no, hasta a la inexistencia. Siento que la vida ya está demasiado comprometida con la tecnología como para dar un paso más hacia el transhumanismo, esa movida cultural e intelectual transnacional que apunta a una transformación de la condición humana a partir de las prácticas sociales resultantes de la interacción entre la humanidad y la tecnología.
POSANTROPOCENTRISMO
Nada nuevo, tampoco. “Poshumanas”, “transhumanas”, “posantropocentrismo”. Fereidoun M. Esfandiary (1930- 2000), creyente, tal vez defraudado prematuramente al fin por la realidad, en la longevidad indefinida, transitó e indagó en aquellas búsquedas. Era el año de 1960. Sesenta años después , no son pocas ni pocos quienes van más allá para vender la ilusión del para siempre y sin que sea necesaria la resurrección.
“¡Papucho no murió... Papucho no murió / No murióoooo…!”, vocean las hinchadas de los negacionistas de la muerte sustentadas en nubes colmadas de Yottabyte (YB). ¿No murió? La reflexión –cercana a la pesadilla– me deja sin aliento en esta fría noche de viernes sin amigos ni amigas junto conmigo en torno de los leños que crepitan. Afuera, en la intemperie, apenas 4 grados y ventoso. Se recomienda el “quédese aquí, junto al fuego”.
Releo El País. Busco una vez más la palabra escrita con las respuestas de Raquel Fernández Formoso. “Qué perdemos, realmente, cuando perdemos un familiar (o a quien fuere)? No pierdes una fotografía, ni un cuerpo”. Luego sobrevuela el duelo para explicar que en ese tiempo “tenemos que comprender qué es eso que hemos perdido”.
Abrumadora y contundente reflexión. Con una muerte “no has perdido información, como se dice desde la inmortalidad digital”. Didácticamente, la catedrática explica: “Un (eventual) chat de inteligencia artificial (con quien sea que haya muerto) no puede sustituir a alguien que se ha ido”.
INMORTALIDAD DIGITAL
Para que quede caro. La muerte es parte de la realidad real. La inmortalidad digital es una alternativa posible de la realidad virtual. El “no te mueras nunca” es solo un deseo imposible que contiene tan válidas como respetuosas pretensiones afectivas. El miedo a la muerte, sentimiento humano y comprensible, es también una de las fases de los temores que genera la incertidumbre de vivir.
La muerte, como una de las dimensiones de la vida, “es el acontecimiento esencial en la aventura humana”, sostiene Martín Heidegger quien, desde su perspectiva existencialista, también la considera como “un misterio (y) el momento de decir adiós a todo, (porque) es el viaje de irás y no volverás”.
Platón –a quien no son pocas ni pocos los que lo categorizan como reverencial discípulo de Sócrates– dicen que tenía la convicción de que morir era abrir una puerta hacia “un mundo ideal”. Con esa mirada analítica sostenía que “la filosofía es la manera correcta para practicar para la muerte” porque es imposible evadir ese momento.
Tal vez, sir Arthur Conan Doyle (1859-1930) –el “padre” de Sherlock Holmes– y Harry Houdini (1874- 1926), mago e ilusionista, ambos espiritistas practicantes, hoy hubieran sido potenciales consumidores de los productos que aseguran la inmortalidad digital. ¿Por qué no?.
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Gobierno invertirá G. 2.200 millones para mejorar infraestructura turística en Itapúa
La Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) anunció una inversión de G. 2.247.608.505 destinada a la modernización y fortalecimiento de la infraestructura turística en el departamento de Itapúa. Esta iniciativa forma parte de la estrategia nacional para preparar al país para los eventos internacionales que pondrán a la región en el centro del turismo a nivel mundial.
Los fondos serán destinados a acciones orientadas a mejorar la experiencia del visitante, resaltar el valor cultural y patrimonial de la zona, y cumplir con los estándares internacionales en materia de servicios turísticos.
Entre las principales obras e intervenciones figuran:
- la renovación de los equipos de mapping en la Misión Jesuítica de Jesús de Tavarangue
- mejoras en el Santuario de Itacuá
- instalación de iluminación monumental en la Misión Jesuítica de la Santísima Trinidad del Paraná
- y actualización tecnológica y refuerzo en medidas de seguridad en las Misiones Jesuíticas Guaraníes
También se prevé la adquisición de nuevos equipos informáticos para la operatividad institucional; remodelación de la sede regional de Senatur en Itapúa; y actualización de la cartelería turística en los principales atractivos del departamento.
Al respecto, la ministra de Turismo, Angie Duarte, resaltó la importancia de estas obras para el desarrollo del sector: “Estas inversiones representan un paso fundamental para posicionar a Itapúa como un referente en turismo cultural y religioso. Nuestro objetivo es brindar experiencias memorables, con infraestructura moderna y tecnología de primer nivel”.
Resaltó además que Paraguay se está preparando para recibir al mundo, y al mismo tiempo generar un impacto positivo en las comunidades locales y en toda la cadena de valor turística.
Finalmente, expuso que este conjunto de mejoras responde a la visión de construir un Paraguay innovador y sostenible en materia turística, potenciando a Itapúa como uno de los principales polos de atracción cultural del país
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Peña contempla ajustes en su gabinete: “Todos están en evaluación”
El presidente de la República, Santiago Peña, reveló que está evaluando la posibilidad de cambiar a algunos de los miembros de su Gabinete. Si bien expresó que en este momento no se estarán dando los cambios, sí está analizando ajustes en algunas de las instituciones públicas.
“Todos están en evaluación. Nadie tiene que sentirse lo suficientemente seguro, no estoy satisfecho, y no puedo negar ni afirmar que van a haber cambios”, fueron sus expresiones de Peña durante su participación del programa dominical de la periodista Mina Feliciángeli.
El mandatario refirió que evalúa renovar algunos ministerios, pero que aún no tomó la decisión. “Tengo algunas ideas que me dan vuelta en la cabeza, pero estoy dando siempre una segunda oportunidad. Yo creo que hay algunas instituciones que le vendría bien un poco de sangre nueva y oxígeno, todavía no tomé la decisión”, manifestó.
Abucheos a autoridades
Por otra parte, el presidente se refirió al episodio de abucheo durante la inauguración de los Juegos Panamericanos Júnior Asunción 2025, y sostuvo que, como autoridades no se sienten ofendidos, y celebró que la sociedad pueda manifestar sus inquietudes. “Hay una realidad, que es un fenómeno de descontento mundial y ese descontento hay que tratar de canalizar, y canalizamos hacia los que ejercen los cargos de representatividad”, indicó.
También señaló que desde el Gobierno seguirán trabajando para mejorar la calidad de vida de los paraguayos. “Somos conscientes que no somos moneditas de oro para que todos nos quieran. Nosotros hacemos nuestro trabajo, tratamos de hacer lo mejor posible, siempre somos los primeros en decir ‘queremos más’ y yo celebro que los paraguayos quieran más”, sentenció.
Entendimiento con EE. UU.
Respecto al acuerdo de entendimiento de Tercer País Seguro (STCA), firmado por los gobiernos de Paraguay y Estados Unidos, el presidente explicó que se establecerá un mecanismo para colocar a Paraguay como un país que podría recibir a ciudadanos de Centroamérica que soliciten asilos, ya sean políticos o sociales. Este entendimiento se da también en torno a la política de los Estados Unidos con relación a los migrantes.
“Esto es un memorándum de entendimiento, para que nosotros veamos los mecanismos legales, donde Paraguay se sume con los Estados Unidos en los mecanismos de otorgamiento de asilos, en general. Es ver los mecanismos para ver si nosotros podemos recepcionar o no, pero no tenemos ninguna obligación”, aclaró.
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Los cambios no vendrán como resultado de un rumor periodístico, aseguró Peña
El presidente de la República, Santiago Peña, aseguró que cambios que decida realizar dentro de su gabinete lo hará como jefe de Estado y no vendrá por rumores periodísticos. Recordó que la decisión de cambiar a un miembro del gabinete es prerrogativa del presidente de la República y constantemente viene evaluando el desempeño de los ministros y presidentes de entes.
En conferencia de prensa realizada en el Mburuvicha Roga, remarcó que los cambios de autoridades no se concretan por rumores, ni por que algunos digan que la institución tiene cuestionamientos.
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“Yo particularmente trato de cuidar el nombre de cada uno de los que he seleccionado para que esté al frente de las instituciones. Lo que sí quiero decirles es que el día que yo tome una decisión, la prensa será la primera en enterarse. Los cambios no vendrán como resultado de un rumor periodístico; yo soy el primero en cuidar en no jugar con el nombre de nadie”, enfatizó.
No está en consideración
Respecto al caso particular del presidente del Instituto de Previsión Social, el doctor Jorge Brítez, Peña sostuvo que no está considerando su cambio.
“Estuve ayer a la mañana con el presidente Jorge Brítez, con quien trabajo muy de cerca, porque personalmente me involucro. El Instituto de Previsión Social es todavía un paciente en terapia intermedia. Cuando llegamos el 15 de agosto del 2023, era una institución en terapia intensiva con obras paradas y deudas atrasadas; con una situación financiera deplorable”, dijo.
Resaltó que en los últimos 24 meses se realizaron avances importantes, se pagaron las deudas, se retomaron las obras que estaban abandonadas. Además, continúan en proceso continuo, el cual no vendrá de la noche a la mañana y requiere de un trabajo constante.
“Tengan la seguridad que estaremos controlando la gestión que lleva adelante, de eso no tengan dudas. Pero, en estos momentos no hay ninguna posibilidad de cambios. Lo que no significa que mañana no pueda haber cambios ahí o en otra institución”, aseguró.
Diferencias entre ministros
Igualmente, fue consultado sobre la gestión del Ministerio de Obras Públicas, a cargo de la ministra Claudia Centurión; el mandatario resaltó que están observando una aceleración en la ejecución de obras, donde a la par se están licitando nuevos proyectos y ejecutando otros.
Esto, teniendo en cuenta que cuando arrancaron en agosto del 2023, igualmente encontraron proyectos parados, millonarias deudas y obras sin financiamiento.
Al mismo tiempo se hizo un enorme esfuerzo con el Ministerio de Economía, la creación de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios, para manejar el gasto público dentro de los parámetros de la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Asimismo, el ministro de Economía Carlos Fernández Valdovinos, también desmintió que exista cualquier tipo de diferencias con la ministra de obras Claudia Centurión. Indicó que ella tiene su responsabilidad en avanzar al máximo posible en la ejecución de obras, por su parte, su responsabilidad es garantizar la estabilidad macroeconómica; lo cual no significa que haya algún tipo de disenso.
“Esta es una tensión hasta diría natural, cada uno de los ministros buscan ejecutar la mayor cantidad de recursos posibles, ya que es la forma que se les mide su gestión. Yo conozco a cada uno de los ministros, y sé con la pasión que defienden su gestión y es lo que constantemente les aliento, ya que constantemente les digo que no estoy satisfecho y quiero que hagan más para que haya más resultados”, explicó Peña.