La Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) recibió el visto bueno de la Secretaría Nacional de Deportes (SND) y del Ministerio de Salud. El superclásico del próximo domingo se jugará sobre el 100% en relación a la capacidad de aforo para el público del estadio Defensores del Chaco. Los tradicionales rivales del fútbol paraguayo cerrarán la temporada futbolísitica y en la ocasión surgirá el supercampeón del año. La primera edición de la Supercopa P a r a g u a y enfrenta al campeón de mayor puntaje entre el torneo Apertura y Clausura. En este caso, Cerro Porteño, que medirá a su eterno rival, el Olimpia, que se coronó monarca de la Copa Paraguay.
Hay buena venta de entradas, la expectativa crece con el correr de los días y los equipos preparan el mejor equipo a disposición. En el Ciclón no estará el argentino Federico Carrizo, quien dejó el club por vencimiento de contrato. En el Decano, difícilmente pueda llegar el lateral Sergio Otálvaro, cuyo vínculo concluye a fin de año y también se alejará tras varias temporadas.
ARBITRAJE, EN LA MIRA
Olimpia, a través de su presidente Miguel Cardona expresó su preocupación en cuanto al arbitraje de dicha final. “Que gane el mejor, sin injerencia alguna de parte del cuerpo arbitral, que debe pasar desapercibido”, alertó el mandamás del conjunto franjeado.
TODOS HABILITADOS
Olimpia remitió a la APF una nota solicitando aclarar cuestiones referentes a la Supercopa. El Decano entiende que Richard Ortiz, quien llegó a su quinta tarjeta amarilla, puede jugar, no así Alan Benítez y Juan Patiño, expulsados de Cerro Porteño en el último partido del torneo Clausura frente a Guaraní. Sin embargo, el Tribunal Disciplinario a la AFP entiende que la Supercopa Paraguay es otro torneo, al cual no se trasladan las suspensiones por los que todos los citados están habilitados para jugar.
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De viejas y viejos en plenitud. Edadistas, abstenerse
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
El edadismo es una patología social que da cuenta de quienes victimizan y discriminan por edad sin observar la condición humana ni respetar la dignidad infinita de cada persona.
La semana que viene –el domingo– finalizará el Mundial de Clubes de la FIFA (Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol). Habrá terminado también esta suerte de ensayo general de otro campeonato “mundial”, el de selecciones nacionales, que durante el 2026 se desarrollará en México, Canadá y Estados Unidos.
Es preciso, entonces, para las entidades organizadoras, capacitar a quienes tendrán la responsabilidad de aportar sus conocimientos para que ese evento cuatrienal –deportivo y cultural– sea estupendo y, finalmente, un meganegocio brillante.
También es preciso capacitar a los públicos que –por qué no decirlo– tienen prácticas sociales diferentes para consumo y disfrute de ese tipo de espectáculos. No es sencillo, por cierto. El encuentro en el que se definirá el campeón se realizará en el Metlife Stadium de Nueva Jersey, a las cinco de la tarde de la hora del este.
Los múltiples ecosistemas comunicacionales –con medios tradicionales o no– también son parte de tales aprendizajes que se realizan sobre la marcha. Las narrativas –en línea con lo dicho– también serán diferentes ante tanta diversidad. Con esos objetivos obvios entre tantos otros que solo conocen unos pocos, desde el 14 de junio último –cuando el Inter de Miami y el Al-Ahly empataron sin goles en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens– 32 formaciones constituidas con destacados deportistas disputaron y disputan sin descanso, aunque algunos, por los avatares de las competencias, ya volvieron a casa porque sus formaciones quedaron en el camino.
DATOS, METADATOS Y CURIOSIDADES
Entre los 230 futbolistas de alta competencia que se enfrentan en cada disputa, 80 de ellos tienen 22 años; 77, más de 21; 69 superan los 25 y 64 son mayores de 29. En este último grupo se encuentran Lionel Messi (38), Luis Suárez (38), Sergio Busquets (36) y Jordi Alba (36). Seguramente, ese cuarteto bien podría devenir en quinteto si añadiéramos a Cristiano Ronaldo (40), que no participa de la copa en juego, pero claramente son gigantes profesionales de altísima competencia con máxima visibilidad –entre aficionados y quienes no lo son– desde poco más de un par de décadas.
Sin embargo, no son pocas ni pocos aquellos que no dudan en llamarlos viejos y criticarlos por ello, dado que “ya no juegan como antes”. Para muestra alcanza con un botón. Apenas un año atrás, el periodista Dylan Hernandez (36), en el diario Los Angeles Times, enlazó apenas once palabras para decir de sus contemporáneos futbolistas que “Messi es viejo. Luis Suárez está viejo. Sergio Busquets está viejo”. Pese a ese parecer, su mirada crítica fue benevolente con Jordi. “El único miembro del (ex) cuarteto de Barcelona que no parecía estar jugando con el depósito de gasolina vacío fue Alba, el lateral izquierdo de 34 años que corría de un lado a otro de la banda como si fuera 10 años menor que él”.
Bordeó el edadismo, esa patología social que da cuenta de quienes victimizan y discriminan por edad sin observar la condición humana ni respetar la dignidad infinita de cada persona. “Es preciso comprender y comprehender que desde el mismísimo momento en que se abandona la vida intrauterina comienza el envejecimiento, también llamado senescencia”, decía el bien querido Helvio “Poroto” Botana, uno de mis maestros de vida que me indujo al periodismo. “Es inevitable”, advertía.
Hay quienes, pese a ello, se animan a explicar que la vejez comienza en torno de los 60 años. Eufemistas, muchas y muchos, nos dicen que somos parte de la llamada tercera edad, mientras que otros nos señalan como “adultos mayores”. En China, no son pocas las y los periodistas con los que compartimos 15 años de trabajo en la agencia de noticias Xinhua que me apodan lǎo . Veterano. Confieso que me divierte. Y, cuando los tiempos dan tiempo para la reflexión, me sorprendo y asombro de ser tan viejo como lo era don Ricardo, nuestro querido viejo. ¡Y que mis hijos me llamen amorosamente “viejo” como llamábamos a mi viejo!
ESPERANZA DE VIDA
Allá por 1951 –cuando nací, en Buenos Aires, Argentina, unos 1.250 kilómetros al sur de mi querida Asunción, un viernes 12 de enero, tal vez, cerca de las cuatro de la tarde– médicos, médicas y expertos en estadísticas explicaban que la esperanza de vida era de 65 años. Especificaban también que ese dato era “un promedio” (¿cuándo no lo es el resultado de un trabajo estadístico?) porque los estudios de entonces precisaban que las mujeres llegaban hasta los 68 y los hombres hasta los 63.
Esperanza de vida… Curiosa expresión. Aunque –ahora que lo pienso, en esta noche de viernes arropado por la silenciosa paz de la nocturnidad, muy cerca de los leños crepitantes, sentado en mi exclusiva silla mecedora– la esperanza era de ellos y ellas, productores de estadísticas. Sonreí.
Afuera, en las calles desiertas los termómetros marcan -6°. La ola polar pega con la fuerza. Veintisiete mil doscientos cuatro días pasaron desde entonces hasta este domingo. La luz encandiló mis ojos por primera vez hace ya seiscientos cincuenta y dos mil ochocientas noventa y seis horas. La curiosidad me llama.
DeepSeek –la IA (inteligencia artificial) china de código abierto– me dice que las niñas y niños que nazcan este domingo, siempre según los estudios de aquellas y aquellos que todo lo miden– en promedio vivirán 77,5 años. La vida se prolonga. “¡Ahora vivimos más y mejor!”, escuchamos una y otra vez. ¿Será tan así? No puedo con el oficio. Siempre me emergen preguntas. Nunca respuestas. Esas solo aseguran tenerlas los que se dedican a la política o a las creencias. Pensamientos y recuerdos vuelan por sobre mí. Descubro que no tienen techo.
PLENITUD
No son pocos los viejos y viejas que aparecen y desaparecen luego de entrecerrar mis ojos. Ringo Starr (84), Paul MacCartney (83), Mick Jagger (81), Keith Richards (81), Ronnie Woods (78), Bill Wyman (88), Mick Avory (81), Ricky Fenson (80), Palito Ortega (84), Yoko Ono (92), Raúl Lavié (87), Amelita Baltar (84), Arnaldo André (82), Joan Manuel Serrat (82), Joaquín Sabina (76), Pedro Almodóvar (76) y millones más de anónimos que –como como ellos, ellas, Lionel, Luis, Sergio y Jordi– no son viejos ni viejas, sino que están en otra etapa de sus vidas y en plenitud.
¿Qué es lo que no se entiende? “Este día no significa mucho para mí… Cuando cumplí un año, seguramente mi madre (Leonor Acevedo Suárez) celebró. Aquellos doce meses eran toda mi vida. Hoy, usted me pregunta qué significa cumplir 85… Debo decirle que… muy poco. Se trata solo la 85ava parte de mi vida”, me dijo Jorge Luis Borges, el gran maestro, durante una entrevista para la tele.
Era el 24 de agosto de 1984. Después de aquella respuesta que –palabras más palabra menos– recibí en silencio y, lo aseguro, sin comprender, me reuní con él socialmente unas pocas veces más para compartir momentos simples, sencillos, graciosos (el viejo maestro era un fino humorista). Profundos, inolvidables. Sé que algo –no mucho– conocí a Borges y que me aceptó como tertuliano.
Algunas veces dialogábamos en el tan mítico como histórico café La Biela, frente al mismísimo cementerio de la Recoleta, hacia donde don Jorge miraba sin ver con sus manos apoyadas en descanso sobre el cayado de su bastón. Siempre inconsulto, Ricardo, el calvo mesero, servía un café ristretto y un té en hebras. Yo iba por el primero. Con las campanas de la iglesia Nuestra Señora del Pilar, ubicada allí, a unos 200 metros, donde los jesuitas la construyeron en el 1732, sabía que eran las seis de la tarde. “Hora del Ángelus…”, recordaba que decía su madre. También era el momento de desandar el camino. Lentamente lo acompañaba. Caminábamos primero unos pocos pasos hacia el Paseo de Chabuca Granda y –desde allí– hasta el 994 de la calle Maipú, donde vivía en el sexto piso.
TIEMPO DE DICHA
“La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) / puede ser el tiempo de nuestra dicha. / El animal ha muerto o casi ha muerto. / Quedan el hombre y su alma. / Vivo entre formas luminosas y vagas / que no son aún la tiniebla…”, dije una tarde en su presencia. ¿El tiempo de la dicha? “Sí, Cicerón estaba equivocado cuando escribió, en ‘Senectute’, que ‘la vejez es la peor edad del hombre’”, respondió.
Guardé silencio. Recordé, mientras andábamos, que aquel poema –“Elogio de la sombra”–, que Borges escribió en 1969, concluía con cuatro sencillas palabras: “Pronto sabré quién soy”. Casi finalizaba agosto de 1985. Nos despedimos con un afectuoso apretón de manos. En el fin de aquel año marchó a Suiza, donde también viviera cuando quinceañero entre 1914 y 1919. No regresó. Su noche eterna transcurre – desde el 14 de junio de 1986– en el cementerio de los Reyes, Ginebra. Allí fue inhumada toda su vida, aunque sobrevive en sus obras y legado.
Desde su ausencia comprendí que Borges, cuando aquel último paseo, me indujo a reflexionar sobre el paso de los años. Sobre el envejecimiento. En la senectud. Inusual, tal vez, a los 35. Cuando don Jorge nació, la esperanza de vida en la Argentina la medicina la estimaba en torno de los 40 años. Borges partió cuando le faltaban pocos días para cumplir 87.
A quienes inevitablemente alguna vez lo consultamos sobre la muerte, con ironía solía responder que “no” podía imaginar, “siendo tan viejo, que pudiera conocer algo nuevo”. Sospecho que su encuentro con la Parca hubo de ser “para alquilar balcones”. Especular sobre el paso de la vida a la muerte o… a la otra vida, para quienes creen en que la hay en un posible más allá, desde siempre es un tema atrapante. Envejecer, también. Aunque en ambas situaciones es común que se vean esos temas como propios de las otredades.
MATUSALÉN
¿Qué es lo viejo? ¿Qué es ser viejo? ¿Quién es viejo? Aunque casi es una expresión caída por derribo, hasta no mucho tiempo atrás ser señalada o señalado como “más viejo que Matusalén” socialmente determinaba y no positivamente. Así llamado, el hijo de Enoc, el padre de Lamec y, también, el abuelo de Noé –el constructor del arca antediluviana– en el libro del Génesis, al parecer, nació en el Antiguo Oriente Próximo en el 3074 y murió en el 2015 antes de nuestra era. No es un error. No. Según esos textos sagrados para cristianos, judíos y musulmanes, vivió 969 años. Existen aún quienes lo señalan como “el hombre más longevo de la historia”. ¿Habrá sido así? ¿Será así o solo será una relevante y muy respetable cuestión de dogma o fe? ¿Será acaso metafórico?
PENUMBRA
Vuelvo a Borges y a su “Elogio de la sombra” que fragmentariamente recuerdo… “Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas; / Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar; / el tiempo ha sido mi Demócrito. / Esta penumbra es lenta y no duele; / fluye por un manso declive / y se parece a la eternidad. / (…) Mis amigos no tienen cara, / las mujeres son lo que fueron hace ya tantos años, / las esquinas pueden ser otras, / no hay letras en las páginas de los libros. / Todo esto debería atemorizarme, / pero es una dulzura, (…) pronto sabré quién soy”.
Sospecho que Borges sentía que aquel del 85 era parte de su último viaje. Tal vez, sus ojos que no veían se miraban en aquel Hamlet que, atormentado –como William Shakespeare lo creó– sostiene que “la conciencia, así, hace a todos los cobardes y, así, el natural color de la resolución; se desvanece en tenues sombras…”.
El relato de los tiempos produce sentido. Lionel, Luis, Sergio y Jordi no son viejos. Diego Bernardini, médico que recorre una y otra vez la aldea global para explicar de qué se trata la “nueva longevidad”, suele comentar que “en la adolescencia, te preguntas qué quieres ser de mayor; a los 40 años, miras qué has hecho con tu vida; cuando ya has cumplido con los demás, te planteas qué quieres hacer con el tiempo que te queda”.
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Auckland City hizo historia
El modesto equipo semiprofesional de Nueva Zelanda recibió 17 goles, marcó una vez y se embolsó una cantidad de dólares en premios que supera ampliamente su presupuesto anual.
- Fotos Mundial de Clubes
El modesto Auckland City, club semiprofesional de Nueva Zelanda, tuvo un premio de 3,58 millones de dólares solo por participar del Mundial de Clubes 2025 en los Estados Unidos, cifra a la que agregó otro millón de dólares por el empate (1-1) ante el famoso Boca Juniors de la Argentina.
El dinero cambió la historia del club y de sus jugadores, al punto que se generó un conflicto. No hay claridad sobre cómo se va a repartir el efectivo entre jugadores, cuerpo técnico y dirigencia. Un litigio con la Federación de Fútbol de Nueva Zelanda debe determinar quién administra y cómo se distribuye el dinero.
No ganaron, le encajaron 17 goles y se eliminaron en primera ronda, pero quién les quita lo bailado.
El equipo más humilde del torneo fue integrado por futbolistas que trabajan de albañiles, peluqueros o profesores. Casi todos pidieron permiso en sus trabajos para representar al país en el millonario torneo organizado por la FIFA en suelo norteamericano.
Fueron vapuleados en sus primeros dos partidos, en el tercero hicieron pasar vergüenza a Boca Juniors con un empate 1-1. Además del premio económico, recogieron el reconocimiento mundial. Algunos jugadores ganan 90 dólares semanales. El Mundial de Clubes premió el esfuerzo y la entrega. La campaña nunca será olvidada en Nueva Zelanda.
Profesor goleador
Un protagonista que ganó notoriedad fue Christian Gray, defensor central y profesor de educación física de un colegio de Auckland. Marcó a grandes estrellas del fútbol como el británico Harry Kane y el uruguayo Edinson Cavani. Su despliegue fue notable con el agregado de anotarle el gol de cabeza a Boca Juniors. Fue recibido como héroe por sus alumnos y colegas profesores a su retorno.
Vuelta a la realidad
El plantel volvió a la realidad en Nueva Zelanda. Esos jugadores semiprofesionales retomaron sus trabajos tras retirarse del Mundial de Clubes “como campeones”. Enseñaron que no todo es dinero en el fútbol, incluso es motivo de divisiones. Auckland City no triunfó en el campo, pero se llevó el respeto de aficionados que aman el fútbol.
“Fue surrealista, pero ahora tengo que poner las notas a mis alumnos. Lo más duro es tener que entrenar después de un día largo de trabajo. Todos en el Auckland tienen oficios”.
EL PLANTEL Y SUS OCUPACIONES
Jordan Vale – Defensor – Profesor de escuela.
Christian Gray – Defensor – Profesor de escuela.
Regont Murati – Defensor – Empleado de logística.
Adam Mitchell – Defensor – Agente inmobiliario.
Alfie Rogers – Defensor – Representante de ventas en una refresquera.
Joe Lee – Mediocampista – Servicio al cliente en telefonía.
Dylan Manickum – Mediocampista – Asistente de ingeniero de obra.
Mario Ilich – Mediocampista – Jefe de ventas en una refresquera.
Ryan De Vries – Delantero – Chapista.
Angus Kilkolly – Delantero – Encargado de una fábrica de herramientas.
El zaguero Adam Mitchell dejó su puesto como agente inmobiliario (basado en comisiones), usando días libres para competir en la justa.
Conor Tracey, arquero titular, rota los fines de semana su ocupación en un almacén farmacéutico veterinario con prácticas nocturnas.
LA CAMPAÑA
Auckland City 0-10 Bayern Munich.
Stadium de Cincinnati, Ohio.
Auckland City 0-6 Benfica.
Exploria Stadium de Florida.
Auckland City 1-1 Boca Juniors.
Geodis Park de Nashville, Tennessee.
Gol: Christian Thomas Gray (AC).
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Intercambio entre APF y federaciones
La Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) recibió en su Sede Central y en el CARDIF a oficiales de Salvaguarda de diversas Federaciones Sudamericanas, en una jornada de intercambio y fortalecimiento institucional.
Se conocieron en profundidad el Protocolo de Prevención y el Programa de Salvaguarda y Ética, reafirmando el compromiso de generar entornos seguros para niños, niñas, adolescentes y personas en situación de vulnerabilidad en todos los espacios vinculados al fútbol.
La delegación visitante estuvo integrada por destacadas figuras del ámbito regional e internacional, entre ellas Marie- Laure Lemineur (FIFA), Paula Ojeda (Asociación del Fútbol Argentino), Consuelo Vásquez y Joely Canelón (Federación Venezolana de Fútbol), Carlos Aliaga (Federación Boliviana de Fútbol), Ivonett Paredes (Federación Peruana de Fútbol), Luis Alberto Sánchez (Federación Costarricense de Fútbol), Hugo Herrera (Federación Salvadoreña de Fútbol), Ana María Lasprilla (Federación Colombiana de Fútbol), Felipe Sánchez-Pedreño (Real Federación Española de Fútbol), Ainhoa Azurmendi (consultora FIFA), José Ignacio Alonso (Kunina Sport and Education), Olivier Biard (Open University), Margarita Sosa (Conmebol) y Bianca Tedesco (Federación de Básquet del Área Metropolitana de Buenos Aires).
La presentación estuvo a cargo del equipo de Salvaguarda y Ética de la APF, liderado por Luis Ayala y Cynthia Pucheta, con el respaldo institucional de Luis Kanonnikoff, secretario general; Alba Benítez, secretaria general adjunta y oficial de cumplimiento.
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Método Barre: nuevo paradigma del fitness consciente
Una nueva forma de entrenar el cuerpo está captando cada vez más seguidoras en el país. Se trata del método Barre que combina ballet, pilates y entrenamiento cardiovascular que logra no solo embellecer el cuerpo tonificando los músculos y mejorando la postura, sino que tiene poder de crear comunidad.
- Fotos Gentileza
Una disciplina que nació de la visión de la bailarina Lotte Berk en Londres y se expandió por todo el mundo llegó a Paraguay para revolucionar la manera de ejercitarse, de la mano de Natalia Ortellado. La exbailarina profesional y docente paraguaya descubrió hace diez años en España los beneficios transformadores del Barre, una modalidad que fusiona ballet, pilates y entrenamiento funcional, y decidió traerlo al país en el 2017.
“Mi primer encuentro con el método Barre fue en Barcelona, en el 2015, mientras cursaba una maestría en Gestión de Proyectos. Fue amor a primera vista, ya que este método combina mis grandes pasiones: el pilates, el ballet y el fitness. Encontré no solo una forma de entrenamiento innovadora, sino una oportunidad inmensa para aportar algo único y en tendencia a mi país. Al sentir la transformación que generaba en mi cuerpo y, sobre todo, en mi bienestar mental y general, tuve la certeza de que debía compartir este entrenamiento con más mujeres”, cuenta a La Nación del Finde.
Lo que para muchos quedaría en un entrenamiento personal, para Natalia, desde el principio, fue un proyecto que vinculó sus dos mundos y vocaciones: el emprendedurismo y la danza. Así fue que, tras realizar una certificación en Total Barre (la primera de varias) en Barcelona, regresó a Asunción en 2017 y decidió abrir el primer estudio especializado en mejorar la calidad de vida a través del movimiento: Avviva.
“En ese entonces, buscaba innovar con un método distinto que conjugue mis pasiones e impacte en otras personas. Sin embargo, fue más allá, evolucionando a mi propósito profesional de generar un espacio para las personas que tenga un impacto en su calidad de vida. Que sea una comunidad inspiradora para todas las que estén ahí, de sostén”, dice Natalia, quien tiene una sólida formación en el método Barre que incluye capacitaciones en Barcelona, Buenos Aires y Costa Rica.
UN DESAFÍO
Introducir un concepto de fitness innovador en Paraguay fue, sin duda, un desafío. Avviva se convirtió en el primer estudio boutique especializado de Barre en Paraguay donde el método era prácticamente desconocido. Ortellado cuenta que la principal barrera fue cultural, hacer que las personas se animen a probar algo distinto. Fue un proceso no lineal y que llevó tiempo.
También había que derribar un mito, pues mucha gente creía que se trataba de una clase de ballet o que estaba dirigido exclusivamente a bailarinas. “Si bien el método Barre está inspirado en la danza, pilates y fitness y la barra de ballet es el elemento principal, se trata de un entrenamiento funcional de cuerpo completo de bajo impacto y alta intensidad, accesible al público general, sin necesidad de experiencia previa”, explica.
“Invité a las personas a vivir una experiencia de movimiento consciente, que es a la vez dinámica, desafiante y, lo más importante, que construye una fuerte comunidad amantes del Barre. La curiosidad se convirtió en conexión, y la comunidad se volvió el pilar de nuestra expansión”, menciona.
Recientemente, la edición española de la revista Vogue ha definido el Barre como “el ejercicio (de moda) que tonifica y transforma el entrenamiento en un plan social” y que se ha vuelto un “fenómeno” debido a la estética que lo rodea y su poder para crear comunidad. Natalia coincide plenamente en que es una práctica que mejora la calidad de vida de forma integral, por lo que el furor seguirá en aumento.
BENEFICIOS
Más allá de los beneficios físicos, como el aumento de la fuerza, la flexibilidad y la resistencia, la instructora encontró en Barre una herramienta valiosa para ayudar a las mujeres a valorar su cuerpo por su capacidad, por lo que pueden lograr, en lugar de centrarse únicamente en la imagen o en los estereotipos de belleza impuestos por la sociedad.
“Esta redefinición de la relación con el propio cuerpo es fundamental para la autoestima y fomenta una percepción mucho más sana y positiva. Para entender de qué trata, tenés que probarlo y sentir de adentro para afuera un entrenamiento que te desafía de forma segura y efectiva. Además, nuestras clases en grupo crean un espacio seguro y compartido donde las mujeres se conectan genuinamente. Estas redes de apoyo son invaluables para la salud mental y emocional”, sostiene.
IMPACTO SOCIAL
Este método tiene también el potencial para generar oportunidades laborales a mujeres que estén interesadas no solo en practicarlo, sino en enseñarlo. “Gracias al crecimiento y la pasión de nuestra comunidad de Barre Paraguay, que lleva ya nueve años en constante expansión, di un paso crucial: me convertí en Master Trainer de Barre Intensity, una reconocida marca de Estados Unidos”, resalta Natalia Ortellado.
Esta designación que obtuvo hace tres años le permite formar a más profesionales con certificación internacional en Avviva Body Mind Studio, ubicado en Padre Casanello 1553 casi avda. Félix Bogado. “Tuve el privilegio de formar a numerosas profesionales de diversas ciudades del país. Incluso, hemos logrado un impacto regional, con profesionales de Perú viajando a Paraguay para certificarse”, destaca.
Así, lo que comenzó como una búsqueda personal de reconexión entre cuerpo, mente y propósito profesional, se convirtió en una empresa con impacto social que hoy lidera un nuevo paradigma del fitness consciente en Paraguay. “Barre me permitió unir mis dos vocaciones: el arte del movimiento y el deseo de generar oportunidades para otras mujeres. Lo que empezó como un estudio de entrenamiento, hoy es una plataforma de formación, crecimiento y comunidad”, subraya.
“Queremos que más mujeres puedan acceder a este tipo de formación, generar ingresos y crear espacios de contención en sus comunidades. El impacto del Barre va más allá del entrenamiento físico”, enfatiza. ¿El próximo objetivo? “Queremos llevar el poder transformador del Barre a cada rincón de Paraguay y continuar consolidándonos como un referente de excelencia en la región”, concluye Natalia a quien se la puede contactar en el (0981) 859-892.