Buenos Aires, Argentina. AFP.

El astro Lionel Messi no pudo lucir su genio, pero la selec­ción de fútbol de Argentina tuvo el poder de gol de Lau­taro Martínez para vencer el jueves en forma ajustada 1-0 a Perú, que vendió cara su derrota pero se aleja de la clasificación al Mundial de Qatar 2022.

El gol de la Albiceleste lo marcó con un cabezazo ‘El Torito’ Martínez a los 43 minutos. La bicolor perdió la oportunidad del empate con un tiro penal estrellado en el travesaño por Yoshimar Yotún, a los 65′, en el esta­dio Monumental de Buenos Aires.

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Le había peleado la bicolor la posesión de la pelota a la Albiceleste. Sabía el DT argentino de los peruanos, Ricardo Gareca, que Argen­tina no está cómoda sin el balón. Por eso triangula­ban en el medio Christofer Gonzáles, Christian Cueva y Raziel García. Pero lo tenía a Gianluca Lapadula solo con­tra el mundo en la ofensiva. Así no hay manera de produ­cir ataques profundos. Ape­nas embestidas.

Cuando el equipo que dirige Lionel Scaloni se adueñó del campo y del balón, la escua­dra inca se refugió en la reta­guardia. Leandro Paredes, Rodrigo De Paul y Giovani Lo Celso armaban su habitual serenata de toques cortos.

Como siempre, el balón tenía que caer en los pies de Messi, el hombre que cam­bia el ritmo. El que mete la quinta velocidad y rompe las defensas como si fue­ran de papel. Pero Messi no estaba inspirado. No era solo su culpa. Perú se paró muy bien en su última trinchera. Se alternaban con un mar­caje de acero Carlos Zam­brano y Alexander Callens, con Pedro Aquino y Yoshi­mar Yotún como espartanos abroquelados en el Paso de las Termópilas para frenar al ejército persa.

Las camisetas blanquirro­jas formaban una barrera. Parecía el andén de un Metro en hora de entrada o salida laboral. ¿Cómo atravesarla? El único hueco vislumbrado era el que provocaba Ángel Di María por la banda izquierda. ‘El Fideo’ era una pesadilla para Jhilmar Lora. Argen­tina, como es su costum­bre, no perdió la paciencia, aunque su juego se apagaba de tanto martillar sin que la pared se derrumbara.

Lo que muestra Argentina es un súbito poder de gol. Fue una combinación de 2-1 que De Paul le fabricó a Miguel Trauco con Molina, cuyo centro fuerte lo clavó de cabeza Martínez en el arco de Pedro Gallese. Perú sintió el impacto. Un empate no era un mal resultado. Una derrota le haría perder el paso hacia su objetivo de atrapar al menos la plaza de la repesca de la eli­minatoria.

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