No hace mucho el DT argentino Gustavo Costas le había dicho a José Florentín (25 años) que no lo iba a tener en cuenta. Fue durísimo, pudo quedarse, pero no estaba en los planes. En medio de su tristeza apretó el triple y no se relajó. Florentín es hoy el mejor jugador del fútbol paraguayo, goleador del torneo Clausura, con su Guaraní, que marcha líder e invicto.
Florentín recibió al equipo de Versus digital en su pueblo. A más de 250 kilómetros de la capital, en Tacuaró Norte, un distrito de Juan E. O’Leary, Departamento de Alto Paraná. Contó cómo y dónde pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia. Cumplió su único sueño de ser futbolista.
Sus primeros pasos fueron en una pequeña escuela de fútbol de Tacuaró Norte. No podía formar más de un equipo y decidió ir a practicar en Forestal, club que estaba en plena ciudad, lejos del yvy pytã (tierra colorada) y el potrero puro. Para jugar cada partido, José y sus amigos tenían que caminar 6 kilómetros los fines de semana. Como era el más chico del equipo, le tocaba jugar 5 a 10 minutos máximo. Para él, era una eternidad y se convertía en la mayor alegría.
“A veces nos llevaban en moto, pero casi siempre íbamos caminando. Tenía muchos amigos. Eñe’ê ha eguata, botín nde pýre, ndereñandúi la kane’õ (Hablando y caminando con tu botín puesto en los pies, no sentís el cansancio)”, recuerda.
A LA ARGENTINA
Florentín fue a la Argentina para jugar en Gimnasia y Esgrima La Plata. “Un señor me vio jugar y me llevó a los 15 años. Me preparé bien casi un año, fui a hacer una prueba y me quedé”, relata. Allá, la vida no era fácil, las necesidades apretaban y la añoranza para un chico, que nunca había salido de su pueblo, era grande y volvió.
LLEGA A GUARANÍ
Tras ese año en Argentina recibió el llamado de su hermano mayor, Alcides Ramón Florentín, quien estaba asomando en las formativas de Guaraní, donde llegó José para la sub 16. Para José, su hermano Alcides, ha sido gran responsable para que él cumpla sus sueños. “Gracias a él estoy donde estoy, detrás de él yo me fui a Asunción”, dice la estrella de Guaraní.
DURA NOTICIA
A inicios del 2020 recibió una durísima noticia antes de la pretemporada. El DT Gustavo Costas lo llamó y le dijo que no tenía chances de jugar. Era quinta o sexta opción del DT, por lo que prácticamente su continuidad en el club iba a ser en vano. Le quedaban seis meses de contrato. Cuando me dijo eso, oguapyvéntema cherehe (sentí mucho), me fui en casa, aguapy cherasê'imi (me senté y lloré un rato), hablamos con mi señora, quien fue y es mi gran soporte”, destaca.
SU PREMIO
Un 22 de enero Guaraní había perdido soldados por lesiones y a Costas no le quedaba de otra que recurrir a José Florentín en el estreno en la Copa Libertadores. ¡Corrió 11 kilómetros a 3.735 metros sobre el nivel del mar! Florentín se devoró la ciudad de Oruro con un recorrido inhumano, siendo la gran figura de Guaraní, que había dado el golpazo ante el San José. Tres días después, el mediocampista zurdo fue de nuevo titular ante Cerro Porteño por el torneo local, recorrió 12 kilómetros tras volver de la altura y fue el autor del gol del triunfo aurinegro. ¡Por fin! El fútbol era algo justo con tanto esfuerzo.
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Vida, muerte, fantasía, ilusión, deseo… pulsiones y condición humana
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.
“¿Fantasear o desear...?”. Ese era el dilema que, en frecuentes charlas de café, proponía un tan veterano como anónimo polemista que habitaba, cuando la tarde agonizaba, algunas de las selectas mesas en el mítico café La Paz, en la esquina de la avenida Corrientes 1593, cuando esa arteria cordial se cruza con la calle Rodríguez Peña, muy cerca del Obelisco, en Buenos Aires, unos 1.300 kilómetros al sur de mi querida Asunción.
Era los años 70, en el siglo pasado. Enfrente –justo en diagonal– intentaba competir el bar Ramos. En concurrentes habituales estaban cabeza a cabeza. Inolvidables, por cierto. Pero el caso es que, luego de encender la polémica con aquel interrogante, con impostado tono académico, intentaba, aquel sanatero, zamarrearnos.
¡Me parece verlo! Acomodaba prolijamente los dos o tres libros de Sigmund Freud o de Foucault que siempre llevaba con él y lentamente –como buscando las palabras más adecuadas– iba al punto. Fumaba tabaco inglés en una pipa muy gastada y sobre su prominente nariz montaba espejuelos redondos tonalizados verde oscuro.
“El tío Segismundo –ironizaba mientras revoleaba sus manos refiriéndose a Freud– cuando compartíamos algunos puros con amigos en el Café Frauenhuber, en la inolvidable Viena, nos explicaba con claridad, jóvenes amigos, palabra más, palabra menos, que solo fantasean las personas insatisfechas”.
PULSIÓN
Lo seguíamos en silencio. Algunas veces –como la ignorancia nos impedía responder y/o, mucho menos, poner alguno de sus dichos en duda, hacía una pausa que disfrutaba y, si la memoria no me falla, en aquel caso puntual remató: “Cada fantasía surge de una pulsión para cumplir con un deseo insatisfecho, muy deseado, que corrija la realidad”.
Nunca recuerdo su nombre. En verdad, no tengo claro si alguna vez lo supe. Pero sí, sus anécdotas con pretensiones académicas y que se definía como “un libre pensador, diletante”. ¡Nos maravillaba! Aunque –debo admitirlo– teníamos dudas que no confesábamos sobre su presunta sabiduría por aquello de que entre los ciegos un tuerto es rey.
“¡Déjese de joder, farfullante…!”, recuerdo que le dijo –indisimuladamente molesto y a voz en cuello– un reconocido profesional y estudioso freudiano, de quien exclusivamente consignaré sus letras iniciales (G.G.), que incontenible por lo que también escuchó abandonó su café en una mesa cercana y lo increpó sin miramientos.
Un pesado silencio cubrió todas y cada una de las mesas. El increpado no atinó a responder. Se retiró cabizbajo –con sus tres libros bajo el brazo– enmudecido y sin plantarle cara. El increpante nos miró, se disculpó “por interrumpir la conversación sin que nadie me llame” y fue al punto: “Simple y sencillo, muchachos. La fantasía tiene que ver con el imaginario. Con lo que creemos o sabemos que muy difícilmente suceda. Con aquello que suponemos imposible y que, de alcanzarlo, imaginamos sería placentero, pero sabemos que no podrá ser. Desear es converger la fantasía con la realidad más deseada en algún momento de tu vida. ¡No entender esa diferencia es grave… y, pretender explicar desde la ignorancia y la confusión, no lo puedo dejar pasar!”.
Renovó su disculpa y volvió a su mesa. “Como una escuela de todas las cosas...”, como nos enseñó Discépolo cuando escribió aquel tangazo que llamó “Cafetín de Buenos Aires”, así era el bar La Paz. Fantasías. Deseos. Ilusiones. Me atrevo a añadir que, como entonces, en estos tiempos de imágenes exacerbadas y exacerbantes que circulan y atropellan en los avasallantes ecosistemas digitales que facilitan las comunicaciones reticulares contemporáneas, aquellas –junto con la vida y la muerte– emergen como inevitables pulsiones incrustadas en el día a día de nuestros días.
OXÍMORON
Claramente, forman parte de la condición humana. Pese a que, con el correr de los tiempos y a la democratización de las monarquías (¿oxímoron?), con mucho menos frecuencia que algún tiempo atrás y, en aquel contexto, escuchar decir “vida de príncipes”, sorprende porque pareciera ser una expresión que cae en desuso.
Aun así, hay quienes insisten con ella cuando se procura producir sentido respecto de alguna persona que –a juicio de quien así se expresa– tiene allanado el acceso a poderosos y poderosas o cuando dispone de bienes materiales en abundancia o cuando no debe preocuparse por necesidades que –como tales– sí lo son para la mayoría de la humanidad.
En ese contexto, tampoco el futuro debiera ser preocupante para quienes tienen –siempre a la vista de las otredades– tránsitos principescos o, acaso, propios de las realezas. Hambre, desocupación, falta de salud, de educación. En aquel contexto, se suponen alejados de aquellos y aquellas minorías vistosas. Sentires y decires. Pareciera, incluso, que nada ni nadie está exento, alguna vez, de emitir esos juicios o ser depositario de ese tipo de expresiones.
Hasta la muerte –en ciertas ocasiones, por la forma en que se produce y a quien afecta– hace que no sean escasas las voces que se atreven a afirmar que Mengana o Fulano “murió como un príncipe”. En el siglo XIX y buena parte del XX era frecuente que así se significara la partida de este mundo cuando las y los finados eran considerados socialmente como “patricios” o “ricos”.
Curioso, por cierto. Y tanto lo era (y es) que vaya a saber a quién y en qué situación tuvo la lucidez para destacar que “al final de la partida, reyes y peones vuelven a la misma caja”. ¿Sabiduría popular? Tal vez.
LA BODA DEL SIGLO
Aún recuerdo cuando el 29 de julio de 1981 –la tele satelital cuando el mundo era mundial y para nada global– puso “en el aire” (vieja expresión de uso común en la radiotelefonía de entonces, hoy casi olvidada), desde la catedral de San Pablo, en Londres, la que fue llamada como la “boda real o del siglo” porque, aquel día, el príncipe Carlos (32) –hijo primogénito de Isabel Alejandra María Windsor (1926-2022), la reina Isabel II del Reino Unido y de la Commonwealth desde 1952 hasta su muerte– contrajo matrimonio con la joven aristócrata llamada Diana Spencer (20).
Cerca de 800 millones de televidentes lo vimos. “¡Parece un cuento de hadas...!”, escuché decir a dos mujeres que – como otros muchos, frente a una vidriera colmada de televisores– vimos pasar a Carlos, por entonces príncipe de Gales, y Diana recién casados, a bordo del 1902 State Landau, como se conoce al carruaje que, en aquel año, el rey Eduardo VII –tío del contrayente– ordenó construir para ceremonias relevantes.
En la Argentina, desde poco menos de tres años, teníamos tele en colores. La novia, tanto en el ingreso a San Pablo –luego de descender junto con John, su padre, VIII conde de Spencer, de un carruaje vidriado– como en el momento en que salió de esa catedral con su esposo convertida en “alteza real”, tuvo que detenerse varios minutos para que las “damas de honor” acomodaran la cola de su vestido “de casi ocho metros de largo”, relataba la transmisión oficial.
¡Hermoso para ver! Un año y 22 días después –el 21 de julio de 1982– se anunció el nacimiento del príncipe Guillermo, heredero de la corona británica. El 15 de setiembre de 1984 –setecientos ochenta y siete días después que su hermano mayor– nació el príncipe Enrique.
Sin embargo, y como sostiene el dicho popular, “no todo lo que reluce es oro”. El 28 de agosto de 1996 –cinco mil quinientos nueve días después de aquella boda principesca– Diana y Carlos se divorciaron. Con el paso del tiempo la fantasía pública trocó en públicos desatinos vinculares. La princesa descubrió y confirmó que el príncipe tenía como amante a Camilla Parker-Bowles, una amiga de la Casa Real. ¡Crisis!
MULTITUD
Carlos pasó –para muchas y muchos– a ser el “realmente odiado”. Diana, en el transcurso de 1995, decidió no ocultar la situación. Habló con la BBC, la tele pública en el Reino Unido. “¿Cree que Camilla Parker-Bowles fue el factor que desencadenó el fracaso de su matrimonio?”, preguntó el periodista Martín Bashir a “su alteza real”. La respuesta fue simple, breve y clara: “Bueno, éramos tres en mi matrimonio. Y eso es una multitud”. El 31 de agosto de 1997, Diana, Dodi Al-Fayed (1955-1997), multimillonario egipcio, y el chófer, Henri Paul, murieron en un accidente de tránsito ocurrido en el interior del túnel del Pont de l’Alma, en París.
Aquel príncipe, Charles Philip Arthur George (77), desde el 8 de setiembre de 2022, es Carlos III, rey del Reino Unido y de los otros reinos de la Mancomunidad de Naciones. Camilla Rosemary Shand, luego Parker-Bowles (78) –la tercera de aquel matrimonio principesco que “era multitud”, como lo sentenció Diana, “la princesa del pueblo”, como la categorizó para siempre el ex primer ministro Tony Blair, el 31 de agosto de 1997– es reina consorte.
Fantasías. Deseos. Ilusiones. Condición humana. Fantasías. Deseos. Ilusiones. “Cambia, todo cambia”, canta como nadie Mercedes Sosa. Los khasi –una minoría étnica originaria que habita en el estado de Meghalaya, noreste de la India desde antes de las invasiones dravídicas pobladoras del sur en ese mismo país– desconocen quiénes de sus antecesores y cuándo comenzaron a orientar las raíces de los árboles para construir con ellas “puentes vivientes”.
Lejos de aquellas selvas inigualables, recién se supo algo de los que se conocieron entonces también como “los puentes de raíces vivas de Sohra (Cherrapunji)”, cuando era avanzado el siglo XIX. Los exploradores occidentales se asombraron con aquel descubrimiento. En La Sociedad Asiática, un histórico periódico que se publicaba en Calcuta en 1844, se consignó la información. Desde aquellos tiempos, es polo de atracción hasta nuestros días.
“AMOR RECÍPROCO”
Hacia allí, unas tres semanas atrás, partieron en luna de miel el príncipe Raj Raghuvanshi (21) y la princesa Sonam Raghuvanshi (24). Eran marido y mujer porque sus madres –en esa sociedad matrilineal– así lo acordaron. Ambos pertenecían a la misma clase social y casta. Aquel enclave natural que, además, con unos 12.000 milímetros de lluvias anuales es, según Guinness, el lugar más lluvioso de cada año, era perfecto para manifestarse amor recíproco sin interferencias. La actuación crucial de la mehndi, la celebración musical previa, la ceremonia principal, la fiesta posterior quedaron atrás.
Me explican –por Whatsapp, desde Nueva Delhi, tres diplomáticos chimenteros que me pidieron anonimato– que los fastos nupciales se extendieron por cuatro días. Las dos familias en estado de tranquilidad. Espiritual, social y económico. No faltó nada. Se observaron todos los rituales. Homa (la ofrenda al fuego) se concretó. El Panigrahena, los unió como nunca antes. Las siete vueltas al fuego –el Satapadi– hizo celebrar a muchas y muchos, sonreír a las y los más refinados y desear, ilusionarse... soñar, a otros y otras.
Samskara se instaló en la flamante pareja. Luego, silencio. Los días pasaban y... más silencio. Pero irrumpió la angustia. Primero en el que fue el pueblo de ambos, luego en la provincia, la región y, finalmente, en todo el país. “¿Dónde están?” “¿Qué se sabe?”. La falta de novedades fue parte de las informaciones de la agencia de noticias nacional. Se iniciaron las búsquedas. Los supuestos ganaron el espacio público. Las ideas conspiranoides de poderosos y poderosas ingresaron en los circuitos informativos.
Nadie respondía a las incesantes llamadas a los móviles de Raj y Sonam. La policía y los servicios de inteligencia de la India los monitoreaban inútilmente. También el de uno de los hermanos de la princesa. ¡Nada! Pero, cuando nadie lo esperaba, todo cambió. El domingo pasado aquella novia obediente de los acuerdos y mandatos familiares que se mostró alegre, ilusionada, ante los unos y los otros; que fue objeto de los comentarios de sus vecinos e incluso blanco preferente a la vista de aquellas y aquellos que por ser de clases inferiores o de castas poco respetables no debieran haberla mirado, trocaron interrogantes y angustia sociales.
DIMES Y DIRETES
Desde algunos anocheceres en las sacudidas calles de aquel país con 1.400 millones de habitantes, se sabía por trascendidos –que más tarde se confirmaron– que el cadáver de Raj fue encontrado y recuperado de las profundidades de un precipicio con abundante vegetación. Fue el momento de los dimes y diretes. Se conoció el escabroso detalle de que el cuerpo lo encontraron con el cráneo partido con dos golpes duros aplicados con algún objeto contundente y cortante.
¡Horror! Rescatistas e investigadores tuvieron la convicción de que fue asesinado. Así lo dejaron trascender. No murió como un príncipe. Pero las honras fúnebres sí lo fueron para despedir a su alteza real. Sonam, esposa por un breve tiempo –geolocalizada desde el momento en que se comunicó con uno de sus hermanos– supo por quienes la hallaron que era viuda.
Gritó. Se ahogó en llanto. Insistió con el deshilachado argumento de que fueron víctimas de secuestro. Pero no tenía una coartada que generara, por lo menos, una duda. También supo que Rai Kushwaha, un chófer a su servicio, estaba preso en otra celda. Fue apresado en su pueblo natal, Madhya Pradesh. Contrastaron sus respuestas. Eran amantes desde tiempo antes de que Sonam y Raj protagonizaran una boda principesca.
Como en el caso de Carlos y Diana –con Rai– también se constituyeron en multitud. El amante capturado también confesó. Señaló a los tres criminales que asesinaron al príncipe –sus cómplices– a los que convenció para que ejecutaran al joven esposo de la mujer que también amaba.
Los sicarios fueron apresados. Abrumados, admitieron. La exprincesa viuda dejó de ser víctima para ser victimaria. La justicia la acusa de ser quien incitó a su frustrado enamorado de la necesidad de asesinar a Raj. Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.
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Un Torneo Esperado
Desde hoy, 32 de los mejores equipos del mundo buscarán el honor de alzar el trofeo más prestigioso a nivel de clubes.
- Por Juan Vicente Duarte
- Nación Media
- Fotos: FIFA, Club Palmeiras y archivo Nación Media
Hoy se pone en marcha el Mundial de Clubes 2025, que marcará el debut del nuevo formato ampliado de la FIFA con 32 equipos, similar al de la Copa del Mundo de selecciones.
Este torneo a jugarse en Estados Unidos, amontonará a los mejores equipos de todos los continentes, por lo que será histórico para aquel que lo gane en su primera edición.
Clubes emblemáticos como el Real Madrid, Bayern Munich, Juventus de Italia, River Plate, Boca o Palmeiras, se darán cita en la competición que conocerá a su campeón en la final del 13 de julio en Miami. Sin embargo, grandes equipos como el Barcelona de España o el Liverpool de Inglaterra no estarán presentes.
La razón es clara: este Mundial no clasifica a los campeones de liga de cada país, sino a los mejores equipos a nivel continental, particularmente aquellos que se han destacado en torneos internacionales entre 2021 y 2024.
Los clubes fueron seleccionados por dos criterios principales: Campeones continentales (UEFA Champions League, Copa Libertadores o Liga de Campeones de la AFC.) y el ranking de rendimiento acumulado en competiciones continentales durante el ciclo 2021-2024.
Al Barcelona, por ejemplo, le pasó algo similar a lo que le ocurrió a Olimpia. No ganó la UEFA Champions League entre 2021 y 2024, ni acumuló suficientes puntos en ese torneo como para estar entre los cuatro mejores equipos no campeones. Muchos otros clubes importantes corrieron la misma suerte.
JUAN GABRIEL, EL ÚNICO
Juan Gabriel Benítez, árbitro con insignia de FIFA, será el único paraguayo que pitará los partidos del Mundial de Clubes. En total son 35 los jueces principales de diferentes nacionalidades que fueron elegidos.
La novedad es que los jueces llevarán cámaras corporales para permitir a los aficionados ver exactamente lo que ellos observan durante un partido de fútbol. Pero solo se mostrarán imágenes no polémicas durante el partido. La cámara estará pegada al auricular del árbitro.
SEIS PARAGUAYOS
En cuanto a futbolistas compatriotas serán seis los que eventualmente podrán ver acción en el Mundial de Clubes. El que de seguro será titular en el Palmeiras es Gustavo Gómez, que es el capitán del equipo. Después habrá que ver si Rubén Lezcano (Fluminense), Héctor Martínez (Inter Miami), Matías Rojas (River Plate) y los dos del Al Ain de Emiratos Árabes Unidos, Matías Segovia y Alejandro Romero Gamarra, son titulares. Junto a estos dos últimos estará el lateral argentino de Olimpia, Facundo Zabala, a préstamo en el club para jugar exclusivamente este torneo.
EQUIPOS CLASIFICADOS: 32
UEFA (Europa): 12 equipos
Real Madrid (España)
Manchester City (Inglaterra)
Chelsea (Inglaterra)
Bayern Múnich (Alemania)
PSG (Francia)
Inter (Italia)
Chelsea (Inglaterra)
Borussia Dortmund (Alemania)
Porto (Portugal)
Atlético de Madrid (España)
Benfica (Portugal)
Juventus (Italia)
Salzburgo (Austria)
CONMEBOL (Sudamérica): 6 equipos
Flamengo (Brasil)
Palmeiras (Brasil)
Fluminense (Brasil)
Botafogo (Brasil)
River Plate (Argentina)
Boca Juniors (Argentina)
AFC (Asia): 4 equipos.
Al Hilal (Arabia Saudita)
Urawa Red Diamonds (Japón)
Al Ain (Emiratos Árabes Unidos)
Ulsan HD (Corea del Sur)
CAF (África): 4 equipos.
Al Ahly (Egipto)
Wydad Casablanca (Marruecos)
Espérance de Tunis (Túnez)
Mamelodi Sundows (Sudáfrica)
Concacaf (Norteamérica, Centroamérica y Caribe): 4 equipos
Monterrey (México)
Pachuca (México)
Seattle Sounders (EE. UU.)
Los Ángeles FC (EE. UU.)
OFC (Oceanía): 1 equipo
Auckland City (Australia)
Anfitrión (Estados Unidos): 1 equipo
Inter Miami
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Mundial ruso: Albirroja artística juega semifinal ante Hungría
La Albirroja artística juega este viernes ante Hungría por un cupo en la final del Mundial de Rusia, mientras la otra llave se define entre Argentina y Serbia. El evento volvió a organizarse con invitados internacionales luego de seis años, desde la pandemia por covid, y la selección de artistas paraguayos logró clasificar como puntero invicto en su grupo, con goleadas. Los partidos se transmiten en el canal: https://www.youtube.com/@artfootballfest.
La Banda Guazú de Paraguay vuelve a estar presenta en Moscú, para la décima edición del Campeonato Mundial de Fútbol para Artistas, el Festival Internacional de Fútbol y Música “Art Football 2025”, del 7 al 15 de junio. Esta es la cuarta participación paraguaya desde la edición de 2017, cuando el cantante Patrick Altamirano fundó este proyecto musical-futbolístico.
La versión 2025 de la Banda Guazú está conformada por: Édgar Camarasa, Diego Barreto, Raúl Vega, Darío Torales, Acho Laterza, Alejandro Galeano, Federico Ríos, Francisco García, Iván Díaz, Héctor Rojas, Gustavo Torres, Gustavo Palacios, Jorge León Brun, Claudio Vargas y Iván Schulze, entre músicos, exfutbolistas y periodistas invitados.
Lea más: ¡La Albirroja goleó… en Rusia!
Paraguay arrancó con una victoria por 3 a 1 ante el anfitrión, Rusia. Luego venció 3 a 0 a Kazajistán y ganó por 5 a 1 a Azerbaiyán, totalizando 9 puntos, con once goles a favor y solo dos en contra. Con este desempeño, la Albirroja consiguió boleto para el cuadrangular “Absolute Stars” entre los primeros puestos de cada grupo, que comparte con Argentina, Hungría y Serbia. El vencedor de la final prevista este domingo 15 de junio se llevará el máximo premio del torneo.
Aparte del fútbol, la Banda Guazú también compite en lo musical, ya que los equipos estuvieron presentando conciertos por otros premios. En la edición de 2017, el seleccionado albirrojo fue el ganador del Gran Premio de Interpretación Musical. El 10 de junio fue el espectáculo de los compatriotas, que presentaron música folclórica, así como creaciones propias de pop-rock y cumbia.
Argentina fue con los veteranos del fútbol Mariano Echeverría y Nicola Tagliani; Álvaro Teruel (Los Nocheros), Joaquín Vitola (Los Indios), Juan Cruz Costabel (Agapornis), Tyago Griffo, Yeyo de Gregorio (actor de “Chiquititas” y “Casi Ángeles”), Manuel Sarrabayrous, Marcelo Marín, Mariano Sapetti, Juan Ignacio Pellizolla, los DJ Otto Bunge y Guido Gana, Gastón Rico, y los presentadores Martín Souto, Marcelo López, Gonzalo Palacios, Julián Barese y Martín Pepa.
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Equipos participantes
Grupo A: Rusia, Azerbaiyán, Kazajistán, Paraguay.
Grupo B: Argentina, Perú, Inter, Bielorrusia.
Grupo C: Hungría, Japón, Georgia, Turquía.
Grupo D: Irán, Kirguistán, Serbia, Corea.
Primera jornada
Partido de gala: Rusia - Selección Mundial 5:5
Rusia - Paraguay 1:3
Argentina - Bielorrusia 3:0
Azerbaiyán - Kazajistán 1:3
Perú - Inter 4:3
Segunda jornada
Hungría - Turquía 0:0
Irán - Kirguistán 3:1
Georgia - Japón 4:0
Serbia - Corea 4:3
Tercera jornada
Rusia – Azerbaiyán 4:3
Argentina – Inter 5:1
Kazajistán – Paraguay 0:3
Perú – Bielorrusia 3:2
Cuarta jornada
Japón - Turquía 3:6
Hungría - Georgia 0:3
Kirguistán - Serbia 2:0
Irán - Corea 5:3
Quinta jornada
Rusia – Kazajstán 1:1
Argentina – Perú 2:1
Azerbaiyán – Paraguay 1:5
Bielorrusia – Inter 4:3
Sexta jornada
Georgia - Turquía 2:0
Corea - Kirguistán 4:3
Irán - Serbia 1:1
Hungría - Japón 9:2
Semifinales
Grupo A (1.º de la fase de grupos):
Hungría vs. Paraguay
Argentina vs. Serbia
Grupo B (2.º de la fase de grupos):
Kazajstán vs. Bielorrusia
Turquía vs. Irán
Grupo C (3.º de la fase de grupos):
Georgia vs. Perú
Rusia vs. Corea
Grupo D (4.º de la fase de grupos):
Kirguistán vs. Japón
Inter vs. Azerbaiyán
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Foro de Madrid: masiva concurrencia demuestra el interés en defensa de vida, familia y los valores
El presidente de la Junta Municipal de Asunción, Luis Bello, destacó el gran éxito del Foro de Madrid, que reunió a más de 2.000 asistentes, al punto que la capacidad del teatro del Banco Central del Paraguay fue superada. Sostuvo que con este evento se ha demostrado el interés ciudadano en la defensa de la familia, la vida, y que cree en los valores soberanos y republicanos.
En una charla con La Nación/Nación Media, resaltó las ponencias del presidente de la República, Santiago Peña; del titular del partido VOX de España, Santiago Abascal; así como las del titular de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, que han marcado la ruta sobre la cual se debe transitar durante estos dos días que se desarrollará el Foro de Madrid en Asunción, en su cuarto encuentro regional.
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“Nos han marcado de manera clara sobre cuál es la ruta que debemos seguir, así como la visión que debemos desarrollar desde Paraguay para que contribuya como bastión de principios a nivel mundial”, acotó.
Resaltó que el evento se desarrollará durante dos días, y se espera que, para el cierre del evento, se pueda lograr coincidir en algunos aspectos puntuales que marquen la declaración del Foro de Madrid en Asunción, que finalmente será la postura del bloque.
Al respecto, el concejal Bello indicó que espera que esa declaración refleje a la sociedad paraguaya, que es mayoritariamente de derecha, que profesa una fe religiosa, ya que cree en Dios, además de creer en los valores de la familia, la vida, la libertad, la soberanía, la democracia que construye y constituye la nación paraguaya.
“Siempre es bueno mantener vigente la llama de la esencia de un pueblo, que está arraigado en el tejido social del paraguayo, que cree en cada uno de los principios que he mencionado. Además, cree que deben mantenerse vigente de generación en generación”, concluyó.
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