• POR MARTÍN VILLAGRA
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Siempre hay mucho que apuntar y mejo­rar. Los triunfos no tienen sustitutos, esta vez tardó una rueda, pero tiene valor agregado por el momento en la presente eli­minatoria sudamericana para el Mundial de Qatar 2022.

Era una obligación priorita­ria y por ahí Paraguay hizo su parte. Son tres puntos, aun­que la cosecha en el combo de estos tres partidos no haya sido la mejor.

Paraguay encontró la forma y pudo golpear en los momen­tos claves e iniciales de cada tiempo cuando concretó los goles. Venezuela no fue para nada fácil, complicó más de lo esperado, aún con todos sus problemas, contadas bajas en su plantel y nave­gando en aguas turbias en el fondo de la tabla.

El defensor Héctor David Martínez recibió una habi­litación de Ángel Romero por izquierda y sacó un taponazo.

Era lo que podía hacer, estando casi solo en zona ofensiva. Fue un golazo, que abrió el partido e hizo que Paraguay pueda contro­lar en parte la ansiedad por imponerse desde el inicio. El remate sorprendió al buen golero venezolano Wuilker Fariñez.

De todas maneras, Vene­zuela perdió la timidez, salió a jugarse y tuvo un par de aproximaciones. Hubo nervios en el fondo de la Albirroja con las dudas de Fabián Balbuena y Júnior Alonso en un par de juga­das, incluso el golero Antony Silva casi pierde un balón en zona comprometedora.

El medio de Paraguay dio pelea con Hugo Martínez y Mathías Villasanti, ambos con elevados rendimientos, pero faltó mayor conten­ción y quite en un sector con ciertas fragilidades. Ángel y Óscar Romero corrieron todas las pelotas y el mérito de la entrega no se discute.

En el complemento, de movida, nuevamente Ángel Romero, de puro guapo gana un balón y lanza y pase-gol para Alejandro Romero Gamarra, quien definió impecable con la zurda y de primera. Era el segundo. Si se pensaba que iba a ser un golpe bajo para Venezuela, lo fue, pero igual los visitan­tes no bajaron la guardia y siguieron corriendo.

Con los cambios, Paraguay cuidó el resultado y cedió el protagonismo en algu­nos pasajes, principalmente cerca del final. Llegó el gol de cabeza de Jhon Chance­llor sobre la hora. Quedaban cinco minutos, se instaló el suspenso y algo de sufri­miento. Finalmente, se pudo concretar la tan ansiada vic­toria. Resultado para el aná­lisis, considerando al rival y las formas. Pensando en los desafíos venideros, princi­palmente en Argentina, el inmediato desafío en con­dición de local en el Defen­sores del Chaco, dentro de un mes.

“Un partido muy disputado. Nosotros sabíamos que Vene­zuela iba a venir a jugar con nuestra ansiedad, teníamos que salir a ganar en casa y lo logramos, verdad”, ilustró Mathías Villasanti, uno de los destacados de la Albirroja.

Reconoció que la clave fue anotar de entrada: “Venezuela es un equipo que busca tener mucha posesión y sabíamos que teníamos que convertir en los primeros minutos”.

En cuanto a su desempeño, dijo: “El profe me pidió tra­bajo táctico, tratando de cubrir la línea de pase, y por suerte salió bien. Más que nada por la paciencia que tuvimos en los primeros minutos. También ayudó mucho el hecho de con­vertir rápido y, así como dije, un partido muy disputado, pero los puntos se quedan en casa”.

Esta victoria tiene gran valor en lo anímico, se sinceró: “Ayuda mucho en lo anímico, también en la parte emocional del grupo, necesitábamos de esta victoria para poder traba­jar más tranquilos y poder salir a buscar los demás puntos en el próximo combo”.