Reims, Francia. AFP.
El París Saint-Germain, líder con pleno de victorias, se impuso 2 a 0 en Reims, este domingo en la 4ª jornada de la Ligue 1, gracias a un doblete de Kylian Mbappé (15′ y 63′), en un partido marcado sobre todo por el debut con el equipo del astro argentino Lionel Messi.
La “Pulga”, que fichó por el PSG procedente del Barcelona el pasado 10 de agosto, empezó como suplente, pero en el minuto 66 entró en lugar del brasileño Neymar, cuando su equipo ganaba ya 2-0. El marcador no se movió mientras el astro albiceleste estuvo sobre el terreno de juego del estadio Auguste Delaune.
Ese recinto, que no veía tanto brillo de estrellas desde los años 1950 con Raymond Kopa y Just Fontaine, reservó un recibimiento de gala y de “fair play” al gran fichaje parisino.
La duda está en Mbappé, el goleador de este domingo. Antes de que mañana cierre el mercado, el Real Madrid intenta ficharle y ha realizado una oferta de 180 millones de euros, por ahora sin respuesta afirmativa del PSG.
CR7 ESPERA
Solo dos días después del fichaje de Cristiano Ronaldo, el Manchester United ganó al Wolverhampton (1-0), este domingo en la 3ª fecha de la Premier League, sin el luso, pero con David de Gea y Mason Greenwood liderando el triunfo de los “Reds Devils”. Luego de sumar estos tres puntos, el United (3º) iguala las 7 unidades de Chelsea (4º), Liverpool (5º), West Ham (2º) y Everton (6º) en una clasificación que lidera el Tottenham con pleno de victorias (9 puntos).
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Fan china de Messi recorrió estadios de Argentina para encontrar a héroe anónimo
Una joven china fan de Lionel Messi viajó dos veces a Argentina y recorrió estadios y provincias de los cuatro puntos cardinales del país hasta encontrar al héroe anónimo que la defendió en la final de la Copa América de 2024. Ailing Hou, de 24 años, se trasladó el año pasado a Miami para ver a la Albiceleste de Messi vencer 1-0 a Colombia en la final del torneo americano, que se disputó el 14 de julio de 2024.
Pero en el juego por el título, cuyo inicio fue retrasado por incidentes que involucraron a fanáticos colombianos, un grupo de hinchas cafeteros supuestamente la acosó con insultos racistas y quería quitarle su lugar en el estadio Hard Rock. Un fan argentino la defendió y luego desapareció en la multitud, aunque antes llegaron a tomarse una foto juntos.
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Hou, que reside en Pekín, quiso desde entonces agradecerle personalmente el gesto de ayuda, según relata el diario local Clarín. Por eso viajó en marzo y julio a Argentina. Recorrió las provincias de Mendoza (oeste), Salta (norte), Tierra del Fuego (sur) y Córdoba (centro) para “estudiar algunos rasgos de las caras, según las ciudades”, y determinar de dónde podría ser el desconocido que la auxilió. También estuvo en Buenos Aires (este).
La joven se paseó por varios estadios de fútbol locales con una carta y una foto del amable hincha y hasta acudió a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Llegó a contactar, sin suerte, a periodistas deportivos argentinos en la búsqueda de su defensor, que en la previa del partido en Miami enfrentó a cuatro personas que querían quitarle los lugares a Hou y a una amiga.
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Su aventura llegó a la prensa. “Pretendían que nosotras nos cansáramos y nos fuéramos para quedarse con nuestros asientos. Estaban con bebidas, probablemente borrachos”, contó Hou a Clarín la semana pasada. El héroe anónimo enfrentó verbalmente a los agresores y logró que dejaran a Hou y su amiga en paz, añadió la china. No intercambiaron nombres y después no se vieron más.
Tras la intensa búsqueda, finalmente fue el argentino Antonio Villalón, de 17 años, quien contactó a Hou tras reconocerse en una foto del Instagram de la joven asiática publicada en el artículo de Clarín. “Me dijo que le gustaría invitarme a China, lo que me dejó helado”, contó Villalón en un segundo artículo publicado en el diario este miércoles. Aún no se reencontraron personalmente.
Fuente: AFP.
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La alta costura parisina viste el invierno con sofisticación
- Fotos AFP – Balenciaga - Schiaparelli
La ausencia de emblemáticas casas como Dior, Jean-Paul Gaultier, Fendi o Valentino no opacó la icónica Semana de la Alta Costura de París desde donde nos llegan los códigos del vestir para la temporada invernal en lo que a diseños para grandes ocasiones se refiere.
Como cada julio, en la capital francesa se presentaron piezas elegantes y únicas para los días de frío, diseños materializados artesanalmente, pensados especialmente para las alfombras rojas, grandes eventos de la jet set y galas.
Fueron un total de 27 las marcas que se sumaron a esta tradicional cita, llena de lujo y sofisticación, organizada por la Federación de la Alta Costura y Moda, evento que no debe confundirse con la Semana de la Moda de París donde se presentan colecciones prêt-à-porter casi exclusivamente. Esta edición de la Semana de la Alta Costura de París tuvo lugar en un particular contexto de transiciones dentro de las casas de moda.
El diseñador georgiano Demna Gvasalia, llamado para liderar la nueva etapa de Gucci, ofreció su último desfile para Balenciaga, donde será sustituido por el italiano Pierpaolo Piccioli. Por su parte, la razón por la que Dior no estuvo presente esta vez se debe a que Jonathan Anderson, nombrado a principios de junio al frente de las colecciones femeninas y de alta costura, reserva su primera colección haute couture para enero de 2026, según se pudo saber.
En este espacio de La Nación del Finde te mostramos algunas de las piezas más destacadas de las colecciones de Armani, Balenciaga, Schiaparelli, Iris van Herpen, Georges Hobeika, Chanel, Stéphane Rolland, Franck Sorbier, Elie Saab y Zuhair Murad.
DESPEDIDA EN BALENCIAGA
El diseñador Demna le dijo adiós a Balenciaga con un homenaje a los patrones clásicos del legendario modisto español, una colección de líneas simples donde no faltó, sin embargo, la conocida irreverencia del diseñador georgiano, con trajes sobredimensionados, botas y gafas oscuras.
Hubo abundancia de negro y estrellas en la pasarela. Isabelle Huppert, Naomi Campbell, Kim Kardashian y Eva Herzigova desfilaron para la casa.
LAS MEDUSAS DE IRIS VAN HERPEN
Iris Van Herpen propuso un descenso a las profundidades marinas en la Semana de la Alta Costura parisina. La medusa es un tema central del desfile, bautizado “Sympoiesis”. Conocida por su fusión de alta tecnología y moda, la diseñadora holandesa presentó vestidos que imitaban escamas o algas, en tonos verdáceos, azules marino, pero también negro y plata, así como nude y blanco.
SCHIAPARELLI REGRESA AL FUTURO
Schiaparelli propuso un “Regreso al futuro” con largos y escultóricos trajes de noche, casi demasiado sobrios, todo en tonos blancos, negros y plateados, con algunos toques de rojo brillante.
Celebrado en el Petit Palais, este desfile reunió a varias estrellas como la rapera estadounidense Cardi B, la cantante británica Dua Lipa y las actrices francesas Philippine Leroy-Beaulieu y Joséphine Japy.
EL ROJO DE STÉPHANE ROLLAND
El francés Stéphane Rolland dio protagonismo al rojo en su colección de alta costura para el invierno 2025. Presentó modelos inspirados en las obras del compositor Maurice Ravel, arquitecto del ritmo abstracto, y la bailarina Ida Rubinstein, famosa en los ballets rusos y un ícono en la belle epoque.
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De viejas y viejos en plenitud. Edadistas, abstenerse
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
El edadismo es una patología social que da cuenta de quienes victimizan y discriminan por edad sin observar la condición humana ni respetar la dignidad infinita de cada persona.
La semana que viene –el domingo– finalizará el Mundial de Clubes de la FIFA (Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol). Habrá terminado también esta suerte de ensayo general de otro campeonato “mundial”, el de selecciones nacionales, que durante el 2026 se desarrollará en México, Canadá y Estados Unidos.
Es preciso, entonces, para las entidades organizadoras, capacitar a quienes tendrán la responsabilidad de aportar sus conocimientos para que ese evento cuatrienal –deportivo y cultural– sea estupendo y, finalmente, un meganegocio brillante.
También es preciso capacitar a los públicos que –por qué no decirlo– tienen prácticas sociales diferentes para consumo y disfrute de ese tipo de espectáculos. No es sencillo, por cierto. El encuentro en el que se definirá el campeón se realizará en el Metlife Stadium de Nueva Jersey, a las cinco de la tarde de la hora del este.
Los múltiples ecosistemas comunicacionales –con medios tradicionales o no– también son parte de tales aprendizajes que se realizan sobre la marcha. Las narrativas –en línea con lo dicho– también serán diferentes ante tanta diversidad. Con esos objetivos obvios entre tantos otros que solo conocen unos pocos, desde el 14 de junio último –cuando el Inter de Miami y el Al-Ahly empataron sin goles en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens– 32 formaciones constituidas con destacados deportistas disputaron y disputan sin descanso, aunque algunos, por los avatares de las competencias, ya volvieron a casa porque sus formaciones quedaron en el camino.
DATOS, METADATOS Y CURIOSIDADES
Entre los 230 futbolistas de alta competencia que se enfrentan en cada disputa, 80 de ellos tienen 22 años; 77, más de 21; 69 superan los 25 y 64 son mayores de 29. En este último grupo se encuentran Lionel Messi (38), Luis Suárez (38), Sergio Busquets (36) y Jordi Alba (36). Seguramente, ese cuarteto bien podría devenir en quinteto si añadiéramos a Cristiano Ronaldo (40), que no participa de la copa en juego, pero claramente son gigantes profesionales de altísima competencia con máxima visibilidad –entre aficionados y quienes no lo son– desde poco más de un par de décadas.
Sin embargo, no son pocas ni pocos aquellos que no dudan en llamarlos viejos y criticarlos por ello, dado que “ya no juegan como antes”. Para muestra alcanza con un botón. Apenas un año atrás, el periodista Dylan Hernandez (36), en el diario Los Angeles Times, enlazó apenas once palabras para decir de sus contemporáneos futbolistas que “Messi es viejo. Luis Suárez está viejo. Sergio Busquets está viejo”. Pese a ese parecer, su mirada crítica fue benevolente con Jordi. “El único miembro del (ex) cuarteto de Barcelona que no parecía estar jugando con el depósito de gasolina vacío fue Alba, el lateral izquierdo de 34 años que corría de un lado a otro de la banda como si fuera 10 años menor que él”.
Bordeó el edadismo, esa patología social que da cuenta de quienes victimizan y discriminan por edad sin observar la condición humana ni respetar la dignidad infinita de cada persona. “Es preciso comprender y comprehender que desde el mismísimo momento en que se abandona la vida intrauterina comienza el envejecimiento, también llamado senescencia”, decía el bien querido Helvio “Poroto” Botana, uno de mis maestros de vida que me indujo al periodismo. “Es inevitable”, advertía.
Hay quienes, pese a ello, se animan a explicar que la vejez comienza en torno de los 60 años. Eufemistas, muchas y muchos, nos dicen que somos parte de la llamada tercera edad, mientras que otros nos señalan como “adultos mayores”. En China, no son pocas las y los periodistas con los que compartimos 15 años de trabajo en la agencia de noticias Xinhua que me apodan lǎo . Veterano. Confieso que me divierte. Y, cuando los tiempos dan tiempo para la reflexión, me sorprendo y asombro de ser tan viejo como lo era don Ricardo, nuestro querido viejo. ¡Y que mis hijos me llamen amorosamente “viejo” como llamábamos a mi viejo!
ESPERANZA DE VIDA
Allá por 1951 –cuando nací, en Buenos Aires, Argentina, unos 1.250 kilómetros al sur de mi querida Asunción, un viernes 12 de enero, tal vez, cerca de las cuatro de la tarde– médicos, médicas y expertos en estadísticas explicaban que la esperanza de vida era de 65 años. Especificaban también que ese dato era “un promedio” (¿cuándo no lo es el resultado de un trabajo estadístico?) porque los estudios de entonces precisaban que las mujeres llegaban hasta los 68 y los hombres hasta los 63.
Esperanza de vida… Curiosa expresión. Aunque –ahora que lo pienso, en esta noche de viernes arropado por la silenciosa paz de la nocturnidad, muy cerca de los leños crepitantes, sentado en mi exclusiva silla mecedora– la esperanza era de ellos y ellas, productores de estadísticas. Sonreí.
Afuera, en las calles desiertas los termómetros marcan -6°. La ola polar pega con la fuerza. Veintisiete mil doscientos cuatro días pasaron desde entonces hasta este domingo. La luz encandiló mis ojos por primera vez hace ya seiscientos cincuenta y dos mil ochocientas noventa y seis horas. La curiosidad me llama.
DeepSeek –la IA (inteligencia artificial) china de código abierto– me dice que las niñas y niños que nazcan este domingo, siempre según los estudios de aquellas y aquellos que todo lo miden– en promedio vivirán 77,5 años. La vida se prolonga. “¡Ahora vivimos más y mejor!”, escuchamos una y otra vez. ¿Será tan así? No puedo con el oficio. Siempre me emergen preguntas. Nunca respuestas. Esas solo aseguran tenerlas los que se dedican a la política o a las creencias. Pensamientos y recuerdos vuelan por sobre mí. Descubro que no tienen techo.
PLENITUD
No son pocos los viejos y viejas que aparecen y desaparecen luego de entrecerrar mis ojos. Ringo Starr (84), Paul MacCartney (83), Mick Jagger (81), Keith Richards (81), Ronnie Woods (78), Bill Wyman (88), Mick Avory (81), Ricky Fenson (80), Palito Ortega (84), Yoko Ono (92), Raúl Lavié (87), Amelita Baltar (84), Arnaldo André (82), Joan Manuel Serrat (82), Joaquín Sabina (76), Pedro Almodóvar (76) y millones más de anónimos que –como como ellos, ellas, Lionel, Luis, Sergio y Jordi– no son viejos ni viejas, sino que están en otra etapa de sus vidas y en plenitud.
¿Qué es lo que no se entiende? “Este día no significa mucho para mí… Cuando cumplí un año, seguramente mi madre (Leonor Acevedo Suárez) celebró. Aquellos doce meses eran toda mi vida. Hoy, usted me pregunta qué significa cumplir 85… Debo decirle que… muy poco. Se trata solo la 85ava parte de mi vida”, me dijo Jorge Luis Borges, el gran maestro, durante una entrevista para la tele.
Era el 24 de agosto de 1984. Después de aquella respuesta que –palabras más palabra menos– recibí en silencio y, lo aseguro, sin comprender, me reuní con él socialmente unas pocas veces más para compartir momentos simples, sencillos, graciosos (el viejo maestro era un fino humorista). Profundos, inolvidables. Sé que algo –no mucho– conocí a Borges y que me aceptó como tertuliano.
Algunas veces dialogábamos en el tan mítico como histórico café La Biela, frente al mismísimo cementerio de la Recoleta, hacia donde don Jorge miraba sin ver con sus manos apoyadas en descanso sobre el cayado de su bastón. Siempre inconsulto, Ricardo, el calvo mesero, servía un café ristretto y un té en hebras. Yo iba por el primero. Con las campanas de la iglesia Nuestra Señora del Pilar, ubicada allí, a unos 200 metros, donde los jesuitas la construyeron en el 1732, sabía que eran las seis de la tarde. “Hora del Ángelus…”, recordaba que decía su madre. También era el momento de desandar el camino. Lentamente lo acompañaba. Caminábamos primero unos pocos pasos hacia el Paseo de Chabuca Granda y –desde allí– hasta el 994 de la calle Maipú, donde vivía en el sexto piso.
TIEMPO DE DICHA
“La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) / puede ser el tiempo de nuestra dicha. / El animal ha muerto o casi ha muerto. / Quedan el hombre y su alma. / Vivo entre formas luminosas y vagas / que no son aún la tiniebla…”, dije una tarde en su presencia. ¿El tiempo de la dicha? “Sí, Cicerón estaba equivocado cuando escribió, en ‘Senectute’, que ‘la vejez es la peor edad del hombre’”, respondió.
Guardé silencio. Recordé, mientras andábamos, que aquel poema –“Elogio de la sombra”–, que Borges escribió en 1969, concluía con cuatro sencillas palabras: “Pronto sabré quién soy”. Casi finalizaba agosto de 1985. Nos despedimos con un afectuoso apretón de manos. En el fin de aquel año marchó a Suiza, donde también viviera cuando quinceañero entre 1914 y 1919. No regresó. Su noche eterna transcurre – desde el 14 de junio de 1986– en el cementerio de los Reyes, Ginebra. Allí fue inhumada toda su vida, aunque sobrevive en sus obras y legado.
Desde su ausencia comprendí que Borges, cuando aquel último paseo, me indujo a reflexionar sobre el paso de los años. Sobre el envejecimiento. En la senectud. Inusual, tal vez, a los 35. Cuando don Jorge nació, la esperanza de vida en la Argentina la medicina la estimaba en torno de los 40 años. Borges partió cuando le faltaban pocos días para cumplir 87.
A quienes inevitablemente alguna vez lo consultamos sobre la muerte, con ironía solía responder que “no” podía imaginar, “siendo tan viejo, que pudiera conocer algo nuevo”. Sospecho que su encuentro con la Parca hubo de ser “para alquilar balcones”. Especular sobre el paso de la vida a la muerte o… a la otra vida, para quienes creen en que la hay en un posible más allá, desde siempre es un tema atrapante. Envejecer, también. Aunque en ambas situaciones es común que se vean esos temas como propios de las otredades.
MATUSALÉN
¿Qué es lo viejo? ¿Qué es ser viejo? ¿Quién es viejo? Aunque casi es una expresión caída por derribo, hasta no mucho tiempo atrás ser señalada o señalado como “más viejo que Matusalén” socialmente determinaba y no positivamente. Así llamado, el hijo de Enoc, el padre de Lamec y, también, el abuelo de Noé –el constructor del arca antediluviana– en el libro del Génesis, al parecer, nació en el Antiguo Oriente Próximo en el 3074 y murió en el 2015 antes de nuestra era. No es un error. No. Según esos textos sagrados para cristianos, judíos y musulmanes, vivió 969 años. Existen aún quienes lo señalan como “el hombre más longevo de la historia”. ¿Habrá sido así? ¿Será así o solo será una relevante y muy respetable cuestión de dogma o fe? ¿Será acaso metafórico?
PENUMBRA
Vuelvo a Borges y a su “Elogio de la sombra” que fragmentariamente recuerdo… “Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas; / Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar; / el tiempo ha sido mi Demócrito. / Esta penumbra es lenta y no duele; / fluye por un manso declive / y se parece a la eternidad. / (…) Mis amigos no tienen cara, / las mujeres son lo que fueron hace ya tantos años, / las esquinas pueden ser otras, / no hay letras en las páginas de los libros. / Todo esto debería atemorizarme, / pero es una dulzura, (…) pronto sabré quién soy”.
Sospecho que Borges sentía que aquel del 85 era parte de su último viaje. Tal vez, sus ojos que no veían se miraban en aquel Hamlet que, atormentado –como William Shakespeare lo creó– sostiene que “la conciencia, así, hace a todos los cobardes y, así, el natural color de la resolución; se desvanece en tenues sombras…”.
El relato de los tiempos produce sentido. Lionel, Luis, Sergio y Jordi no son viejos. Diego Bernardini, médico que recorre una y otra vez la aldea global para explicar de qué se trata la “nueva longevidad”, suele comentar que “en la adolescencia, te preguntas qué quieres ser de mayor; a los 40 años, miras qué has hecho con tu vida; cuando ya has cumplido con los demás, te planteas qué quieres hacer con el tiempo que te queda”.
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Un siglo después se reabre el Sena para los bañistas en París
Casi un año después de que lo hicieran los atletas olímpicos, los primeros bañistas se sumergieron este sábado en las aguas del Sena en pleno centro de París, que autorizó el baño en el río por primera vez desde 1923. No eran todavía las 8:00 de la mañana y decenas de personas, con flotadores amarillos atados a la cintura, esperaban ya el gran momento en una de las tres zonas habilitadas para el baño, una especie de piscinas equipadas con pontones, escaleras, duchas y vestuarios.
Cerca de la torre Eiffel o frente a la isla de San Luis, cerca de la catedral de Notre-Dame, residentes locales y turistas podrán hacer uso gratuito de estas instalaciones acotadas, que ofrecerán un espacio de ocio y refresco en París. “¡Estoy muy contenta! Hace años que soñaba con nadar en el Sena”, relató Ingrid, una parisina de 95 años vestida con un traje de baño turquesa. Acompañada de su nieta, fue una de las primeras personas que probó las aguas en Bercy, uno de los tres puntos habilitados.
Prometido como un legado de los Juegos Olímpicos, el poder bañarse en el Sena responde también a una necesidad de adaptación al cambio climático en la capital francesa, que esta semana rozó los 40 .ºC por una temprana ola de calor en Europa. “París tiene la suerte de adelantarse a su tiempo, porque con el calor extremo que solo irá en aumento en nuestras ciudades, (...) invertir en zonas naturales para nadar es esencial”, afirmó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, presente en la inauguración.
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“Es un sueño de infancia conseguir que la gente pueda bañarse en el Sena”, agregó. El acceso a estas zonas es gratuito y regirá dentro de los horarios establecidos hasta el 31 de agosto si la meteorología lo permite. No obstante, habrá un aforo estricto, de entre 150 y 700 personas en función del lugar.
Toby, un estadounidense originario de California, relató a la AFP su alegría. “Lo estamos disfrutando mucho. Somos los primeros en 100 años en poder hacer esto”, afirmó.
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Pruebas de nado
Las autoridades invirtieron más de 1.400 millones de euros (1.650 millones de dólares) para mejorar la calidad del agua río arriba, con obras de captación de aguas residuales para evitar que desemboquen en él.
Pero como las aguas pluviales y las residuales se mezclan en una sola red, la única solución en caso de abundantes precipitaciones es vertir todas ellas en el Sena.
Esto ya ocurrió hace un año durante los Juegos Olímpicos, lo que provocó retrasos en algunas pruebas programadas en el río porque el agua no era apta para el baño.
Como en las playas, un sistema de banderas (verdes, amarillas y rojas) informa del caudal y la calidad del agua del río que se analizará con sondas instantáneas y muestras de cultivos. Si hay bandera roja, el baño estará prohibido.
En cualquier caso, las tres zonas abiertas contarán con una fuerte vigilancia hasta el punto que los bañistas deberán pasar una prueba para demostrar que pueden nadar sin ayuda.
“Existe un riesgo de ahogo a causa del cieno y las plantas adheridas, las fuertes corrientes, el riesgo de hidrocución y el tráfico fluvial”, afirmó la subprefecta Elise Lavielle.
El año pasado hubo “trece muertes en el Sena” y el balance ya va por “tres este año”, agregó.
Aunque el fuerte calor estival puede tentar a algunos a lanzarse al agua fuera de estas zonas, una normativa entró en vigor a finales de junio para sancionar el baño en espacios no autorizados.
La ciudad, el primer puerto fluvial europeo para el transporte de pasajeros, también reforzará los controles sobre los conductores de embarcaciones. Para el próximo año, la continuación de los trabajos de descontaminación del río hace prever la instalación de nuevas zonas de baño en las afueras de la capital. Por ahora, hay otros cuatro sitios ya habilitados en el río Marne, el principal afluente del Sena.
Fuente: AFP.