El día después del clá­sico ante Olimpia, que terminó con empate a uno, en el entorno de Cerro Porteño se siguió gene­rando debate sobre las jugadas polémicas del par­tido en La Nueva Olla. A lo dicho en conferencia de prensa por el técnico del Ciclón, Manolo Jiménez, quien criticó el arbitraje por acciones pun­tuales, se sumaron cuentas afi­nes que reclamaron supuestos penales no cobrados a favor del equipo. Uno con­tra Diego Churín (en un forcejeo con Capasso) y la más cuestionada, que tuvo de pro­t a g o ­nista a Tobías Portillo, ya sobre el final del partido, tam­bién con Capasso y Fer­nando Román.

Aparte de eso, también se generó una polémica en rela­ción a la supuesta falta de segu­ridad que implementó el club con los hinchas del Franjeado, que explotaron petardos desde el sector donde fueron ubica­dos, además de otra acusación similar contra algunos hin­chas que ocuparon el palco de invitados sobre el mismo tema.

Lo cierto es que el empate no cayó bien porque el equipo cedió nuevamente la punta y con el agregado de tener que jugar un partido clave el jue­ves ante Fluminense por Copa Libertadores.

Por de pronto el plantel azul­grana tuvo un descanso total en la jornada de ayer y hoy a la mañana retomarán las acti­vidades ya para preparar el duelo contra el actual cam­peón continental en condi­ción de visitante. Fabrizio Peralta será la única baja por suspensión.

Para mañana también está prevista otra práctica de fút­bol y posteriormente el plantel partirá rumbo a Río de Janeiro en un vuelo chárter. La llegada a la ciudad carioca está progra­mada para las 14:00. Esa tarde tendrán una última y liviana movilización antes del duelo del jueves.

• Por Luis Irala
• Periodista Nación Media

La igualdad dejó un sabor amargo para los clásicos rivales, es que Cerro dejó de nuevo la punta en manos de Liber­tad y Olimpia prácticamente le dice adiós al título de cam­peón.

La molestosa lluvia no fue impedimento para que los jugadores de ambos equi­pos dejen la vida en la can­cha, como lo ameritaba un partido decisivo. Como se dice en la jerga futbolís­tica, entraron “con el cuchi­llo entre los dientes”. El Ciclón fue intenso, tuvo por mayor tiempo el balón y por las bandas creaba innume­rables inconvenientes a la defensa franjeada. El juvenil Gabriel Aguayo, la figura del partido, por momentos fue incontenible por la derecha, pero las veces que desbordó la jugada no terminó en gol cerrista.

El equipo de Martín Palermo por momentos se abroqueló detrás de dos líneas de cua­tro, buscando romper todos los circuitos del medio para delante de los locales y en gran parte logró su objetivo. Después de los 30 minutos, el Decano también avanzó con algún peligro hacia la valla de Jean y fue Redes el abanderado de los avances del Franjeado. Sobre los 44 minutos, un pase magistral de Alex Franco deja solo a Pratto, que convierte el gol haciendo pasar el balón sobre el arquero Jean.

A los cinco minutos de la complementaria, Cecilio Domínguez empata el cotejo tras un centro desde la dere­cha de Diego Churín y aun­que faltaba mucho todavía para el final, los dos conjun­tos estaban fundidos física­mente a consecuencia del gran esfuerzo de la primera etapa.

Pero nadie puede negarle el gran esfuerzo a los protago­nistas; sin embargo, con la igualdad los dos pierden pun­tos importantes en la bús­queda del título de campeón.

Martín Palermo, técnico de Olimpia, indicó que el super­clásico le dejó buenas sensa­ciones, pese al empate. “Creo que si pedíamos que el equipo esté a la altura del partido, vivir un clásico y sentirlo de la manera que lo veníamos sin­tiendo, las sensaciones son buenas, fue parecido al clásico anterior. Nosotros pudimos sacar la ventaja, nos igualan rápidamente en el segundo tiempo y no nos dio tiempo de sostener el resultado”.

Agregó que “en el segundo tiempo fue un partido de ida y vuelta. Ellos bajaron un poco el ritmo, tuvimos un poco más de acercamiento, pero sin tanta efectividad, pero en líneas generales fue un rendimiento bueno, queríamos los tres pun­tos, falta mucho por delante, las posibilidades están aunque no dependemos de nosotros mismos para el objetivo que tenemos. La diferencia de pun­tos está ahí, pero como equipo grande tenemos la obligación de buscar los tres puntos en cada partido”, remarcó.

El superclásico entre Cerro Porteño y Olimpia es –por tra­dición– la mayor fiesta de nuestro fútbol. Y esta vez no será la excepción. La expec­tativa por presenciar el duelo a llevarse a cabo esta tarde en La Nueva Olla es máxima y el público azulgrana –principal­mente– respondió con creces, teniendo en cuenta que las entradas para el estelar duelo ya se agotaron.

Las mismas se habían puesto a la venta desde el lunes en los diferentes sectores (8 en total), incluyendo el destinado a la hinchada visitante. Desde ese día se fue acrecentando la venta y poco o poco las cuentas oficiales del club, colgaron el rótulo de “localidades agotadas”.

Apenas unas pocas entradas habían quedado disponibles en el sector de graderías novena, pero ayer también se agotaron en su totalidad. La Nueva Olla tiene una capacidad para 45 mil espectadores, aunque en esta oportunidad se habilita­ron unas 40 mil por motivos de seguridad.

El buen momento del equipo, que accedió a la punta la fecha anterior (ahora deberá ganar para mantener dicha condi­ción) genera, sin dudas, entu­siasmo en sus seguidores y el deseo de lograr los tres puntos ante su tradicional rival.

En el caso de los hinchas de Olimpia, estarán presentes en un número de 1.200. El vier­nes fueron puestos a la venta las entradas y en apenas 20 minu­tos las entradas se vendieron en su totalidad, mayoritaria­mente a los socios, que tenían la prioridad para adquirirlas.