POR MARTÍN VILLAGRA, martin.villagra@gruponacion.com.py

Merecieron más, pero se resignaron a una paridad sin goles en un partido dinámico, entretenido y con suspenso hasta el cierre. Con varios matices positivos por encima de los negativos.

Es cierto, hay mucho por apuntar en una competencia que recién comienza y ambos equipos dan para más.

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Cerro Porteño quizás tuvo más y trató mejor la pelota; sin embargo, perdió varias veces en el mediocampo, le faltó mayor ingenio en la creación y la ofensiva tuvo poco peso, con un Robert Morales demasiado solo por largos momentos.

Luqueño fue frontal, supo esperar y aplicó varios contragolpes profundos. El Auriazul dio pelea, generó más oportunidades, pero le faltó puntería para merecer por lo menos un gol que lo haga merecedor de todos los puntos.

Blas Díaz, Nazareno Bazán, Aldo Parra, Iván Colmán y Miguel Samudio rondaron el gol en filas de Luqueño. En la acción más clara para el local, Blas Díaz remató al palo. Parra remató y salvó el arquero Jean Fernandes, quien hasta tuvo fortuna cuando en el cierre del juego vio cómo su compañero Rafael Carrascal salvaba sobre la línea un remate que iba a su arco. El brasileño Mateus Gonçalves y Adrián Martínez, quienes ingresaron en Cerro para la parte final, dilapidaron las mejores chances para sentenciar el partido sobre el epílogo y en tiempo agregado. Así, los dos equipos se quedaron con las ganas de un mejor resultado.

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