- POR ROLANDO VARGAS
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La poesía hecha fútbol se vivió en los pies de Carlos Arrúa, quien anestesió a toda la defensa decana para ir dejando en camino a todos los rivales hasta colocar el balón lejos de las manos de Aguilar. Un golazo que dejó herido al puntero y del cual nunca más pudo reaccionar.
Un segundo tiempo letal permitió a Nacional cambiar derrota por goleada ante Olimpia, que fue local y comenzó ganando, pero se rindió ante un explosivo fútbol del Tricolor, que trepa a la cima con su gran victoria. En el período complementario hubo un absoluto dominador del partido.
El equipo de Rodrigo López mostró un juego rápido, rotaciones y buen trato del balón para destrozar la defensa decana, que hasta este partido era la más sólida del campeonato, pero esta vez se vio superada por la velocidad, carácter y calidad de los tricolores.Olimpia se adelantó con un penal convertido por Silva y parecía una segura victoria por las numerosas ocasiones desperdiciadas, con control completo del período inicial.
Pero en la reanudación del espectáculo se vio un decidido Nacional, que rompió la fortaleza defensiva para anotar 4 goles. El primero festejó Leonardo Villagra, tras gran centro de Gaona Lugo, quien mostró su calidad y aportó mucho para el equipo, inclusive el último tanto en la goleada.
El segundo tanto fue de Arrúa, un jugador rendidor y distinto, que marcó el camino de la gran remontada. El reemplazante del capitán Cristian Riveros, Édgar Zaracho, rindió alto y gritó la tercera conquista. Los nervios y el desgaste físico marcaron a los decanos, que nada pudieron hacer para revertir el papelón en casa.