POR MARTÍN VILLAGRA, martin.villagra@gruponacion.com.py

Clásico, seguido de superclásico. Libertad lo dio vuelta, se adueñó del blanco y negro para poner a Olimpia en cuartos de final frente a Cerro Porteño, el último campeón. La combinación de resultados de la última fecha regular generó otro cruce prometedor entre Libertad y Guaraní, que en partido único van por el paso a las semifinales la semana entrante.

Libertad puso en funciones al entrenador Juan Samudio, quien tomó el equipo en sustitución de Gustavo Morínigo tras la eliminación de la Copa Libertadores. Había que definir posiciones, ambos equipos optaron por cuidar algunos hombres para la fase decisiva.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El resultado de un clásico blanco y negro siempre marca tendencia en lo anímico, ya sea en lo positivo o negativo.

Olimpia comenzó mejor, más despierto y pronto encontró el premio del gol cuando el defensor Carlos Rolón ganó una pelota aérea, que dejó solo a Néstor Camacho, autor de un bonito tanto de volea. La concreción tuvo suspenso, intervino el VAR para validar la acción, inicialmente anulada por el juez, que vio una mano inexistente de Rolón.

Libertad intentó reaccionar. El entusiasmo de Iván Franco y Hugo Martínez era insuficiente, faltaba claridad. Álvaro Campuzano guapeó para ganar un rebote, sacó el bombazo, que sorprendió al arquero olimpista Alfredo Aguilar. Golazo de otro partido que empató las cosas.

En el segundo tiempo, el Gumarelo apostó a los cambios con los ingresos de Héctor Villalba e Iván Piris. Olimpia se enredó y generó poco. En uno de los tantos intentos albinegros, Óscar “Tacuara” Cardozo bajó la pelota, habilitó a Sebastián Ferreira, este no perdonó y anotó el segundo. Para la victoria, tres puntos y así concretar el mano a mano con Guaraní por el paso a semifinales, en un partido que también orilla el rótulo de clásico.

Dejanos tu comentario