POR IRENEO ACOSTA
Emocionante final se vivió en el estadio Arsenio Erico, donde Nacional empató sin goles ante Guaraní, pero el partido tuvo condimentos especiales en el segundo tiempo.
Un penal atajado por Santiago Rojas a Cecilio Domínguez tras falta y expulsión de Luis Cabral marcó todo lo que fue el partido. La pelea entre el capitán Báez y Domínguez por ejecutar el penal, la orden de Costas que no se cumplió, la tapada de Rojas, hicieron que el cuadro aborigen entrara en una etapa de nervios, aunque no llegaron a la desesperación.
Con un hombre menos, la expulsión de Cabral, obligó al DT López a mandar al campo a Ricardo Garay, pero en vez de solución, complicó más. Cometió una falta contra Domínguez antes del minuto de haber ingresado y fue expulsado también.
En lugar de desesperarse, el Tricolor trabajó defensivamente bien y buscó salir de contragolpe. Guaraní no encontró el espacio para atacar y poner en peligro a Rojas. El “Kili” respondió en todo momento y se agigantó desde la tapada del penal. Los aurinegros basaron su juego en sucesivos toques, pero sin profundidad, sin la aparición de Domínguez, de Fernández, ni Merlini, y los otros que acostumbran a entrar al área. No supieron aprovechar que estuvieron completos en el campo porque a Nacional le expulsaron a dos futbolistas.
El gol anulado para Nacional en los tramos finales fue porque Santacruz tocó con la mano en el inicio del ataque. El VAR tuvo activa participación y hasta corrigió a Samaniego en algunas decisiones.