Comienza como volante, baja de lateral, hace el ida y vuelta. El GPS le ha marcado niveles superlativos de recorrido tras cada partido.
Enzo Giménez (22 años) vive en Luque. Un día fue a General Díaz para probar y se quedó. Así fue su inicio en el fútbol hasta que se hizo profesional. Está agradecido a su anterior club, al que saludó ayer por su aniversario.
Su presente es Cerro Porteño, donde se ha destacado por su generoso recorrido en los partidos que le tocó jugar.
Desde el reinicio del torneo Apertura tras el cese de actividades por la pandemia del covid-19, tomó la titularidad, no la soltó más y es uno de los grandes aciertos del entrenador Francisco “Chiqui” Arce.
Comienza los partidos como volante por derecha, tiene la función de hacer el ida y vuelta. De atacar profundo por la derecha, en ráfagas de segundos se lo ve defendiendo para cubrir las constantes subidas del lateral Alberto Espínola.
Tiene un buen registro de recorrido, que le ha marcado el GPS. “Contra Nacional tuve un recorrido de 12.500 metros, luego del partido tuve algunas molestias, pero eso es normal”, dijo Enzo Giménez, en charla con el programa “Futgol” de Universo 970 AM.
Y el secreto está en la disciplina y el cuidado personal, que le ha retribuido con un gran momento, cerca de ser campeón con Cerro Porteño. “Uno debe ser profesional, hay que cuidar la alimentación y el tiempo de descanso. Cumplir todo al100% para estar a disposición”, explica el polifuncional lateral-volante del Ciclón.
SER CAMPEÓN
Cuando llegó a Cerro Porteño se propuso tomar la titularidad y lo consiguió. Ahora su objetivo es alcanzar el título. “Seguimos paso a paso, con humildad. Ojalá se pueda dar y el sábado seamos campeones. Quiero ser campeón con Cerro Porteño”, confesó.
GRITOS DEL ALMA
Los goles son amores y para gritarlos con el alma. Eso es claro para Enzo Giménez, quien tiene marcados algunos episodios a nivel personal, sobre todo, aquel primer gol con la casaca azulgrana y el festejo “loco” con Diego Churín, ante Olimpia en el superclásico, que acabó con victoria 2-0 en la Olla. “Me tocó jugar mi primer clásico, es un partido especial y los goles se gritan de otra forma. Así me tocó festejar en ese momento”, destacó sobre el momento de celebración ante el tradicional rival.
A título personal, su cosecha de goles comenzó en el segundo partido tras el reinicio de la competición. “El gol que le marqué a River, nunca voy a olvidar, fue el primero en Cerro”, destacó.
NO EXCEDERSE
No todo es color de rosas. Contó la mala experiencia que vivió frente a Guaraní en la Olla.
“En ese partido grité y García Guerreño (defensor rival) lo tomó mal. Al final, el árbitro me expulsó. El profe (Francisco Arce) me habló muy bien y ya no entro en esas cosas”, se sinceró al recordar aquel incidente, a poco de concluir el partido.
“Cuando me dijeron que Cerro me quería, no dudé ni un segundo en aceptar. Estoy cumpliendo algunos objetivos que me propuse al llegar”.
“Uno debe ser profesional, hay que cuidar la alimentación y el tiempo de descanso. Uno debe cumplir todo al 100% para estar a disposición”. (ENZO GIMÉNEZ, JUGADOR DE CERRO PORTEÑO)