POR IRENEO ACOSTA ROMERO

Periodista

(ireneo.acosta@gruponacion.com.py)

En un duelo directo ganó el equipo que hizo mejor el tra­bajo y aprovechó los erro­res forzados del rival para lograr sumar los tres pun­tos que le permiten escalar posiciones. Fue Guaireña el que ganó, gustó por momen­tos y goleó a gusto y placer.

Pese al calor y la humedad, más el humo que se apo­deró del país, los jugadores comenzaron con intensi­dad el partido. Ritmo ver­tiginoso entre las partes, para molestar a Don y Qui­ñónez. Los delanteros que no pudieron terminar las jugadas en goles, pero para eso, estaban otros.

Presionó el local y el visi­tante cayó en el juego. San­tacruz, uno de los mejores de las últimas fechas en el equipo, empujó el balón en su portería y comenzó la catástrofe para el elenco de Cristian Martínez y Alfredo Cano. Convirtió de vuelta Guaireña con David Men­doza pero se le anuló. En la segunda oportunidad, el central aprovechó otro error, esta vez del arquero Quiñó­nez, para anotar el segundo gol cuando se iba el primer tiempo.

San Lorenzo no se encon­tró nunca. Jugadores que no estiraron el carro juntos, sin dar en el blanco para conver­tir. Entonces, fue más fácil. El mismo David Mendoza aumentó y su “pariente” Jorge, selló el cuarto y la goleada que le propina a un equipo que hace mucho no conoce el sabor del triunfo. El cuadro de Troadio Duarte encuentra de vuelta el fútbol y la victoria para seguir cre­yendo.

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