• POR LUIS IRALA

Dos décadas atrás, el 4 de mayo del 2000, Saturnino Arrúa, el máximo ídolo de los hinchas de Cerro Porteño, se vio obligado a salir del Ciclón por la ventana luego de la goleada en contra, 0-4, en La Olla ante el River Plate argentino por Copa Libertadores.

En aquel año 2000, la Conmebol introdujo significativos cambios en el sistema de disputa de la Copa Libertadores. Ya no competirían entre sí el campeón y vice de dos países. En esa edición se incluyeron cuatro representantes para Brasil y Argentina y tres para los países restantes de Sudamérica. Igualmente, el desarrollo del torneo tendría modificaciones y las llaves se determinaban por sorteo, que sumaron ocho en vez de cinco. Ese año el Ciclón integró el Grupo 5 con Junior de Colombia, Rosario Central de Argentina y el equipo peruano de Universitario.

Con el arribo a la dirección técnica de Saturnino Arrúa, a principio de año, el ambiente del club azulgrana fue diferente. La presencia de un ídolo como el “Nino” creó grandes esperanzas en el seno de la directiva, que encabezaba Luis Lezcano. El gran objetivo era ganar por primera vez la Copa Libertadores.

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Al término de aquel Grupo 5, el Ciclón clasificaría en segundo lugar, por detrás de Junior de Barranquilla y en los octavos de final le esperaba nada menos que el River Plate argentino. A esa altura de la temporada, los azulgranas ya no tenían chances de pelear por el título del torneo Apertura debido a que la total atención se centraba en la Libertadores.

Así, en medio de una gran expectativa, llegó aquel 4 de mayo del año 2000. River Plate traía en sus filas a Eduardo Berizzo, actual técnico de la selección mayor, y a su asistente, el arquero Roberto Bonano. Hernán Díaz también jugó aquel partido, por citar a los profesionales que llegaron a trabajar en Paraguay.

El contundente 0-4 en contra que infligiera el cuadro argentino al Ciclón motivó a que el “Nino” presentara renuncia indeclinable y de esa manera el máximo ídolo azulgrana salía por la puerta de atrás tras quedar su equipo al borde de la eliminación en la Libertares y sin chances en el torneo local.

En reemplazo de Arrúa fue nominado Luis Cubilla, quien dirigió al Ciclón en la revancha, con derrota de 1-0 en el estadio Monumental. De esa manera, terminaba para el club de Barrio Obrero otra posibilidad de ganar una copa internacional.

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