Cerca de 14 dirigentes del Sportivo Luqueño firmaron sus notas de renuncia, en un momento donde ni siquiera pueden hacer llegar al presidente Celso Cáceres el documento que manifiesta la disconformidad en el manejo de la entidad.
Con el club cerrado, los atrasos del 60% del salario de febrero, de la totalidad de marzo, más los premios por clasificar a la Copa y pasar a otra ronda de la Sudamericana, la situación no es la mejor en el campamento auriazul. Si se produce la acefalía serán todos los empleados del club los que sufran más de lo que están padeciendo.
“La APF no entregará plata, la Conmebol tampoco, no habrá administradores del club mientras no se haga una asamblea. Para eso no debemos tener pandemia, no se debe prohibir aglomeraciones de gente, al final somos nosotros los jugadores y todos los empleados los que vamos a pasar otra vez por malos momentos”, indicó a La Nación uno de los referentes del equipo, bien identificado.
“No tenemos ganas de entrenar y cada uno hace por su cuenta sus trabajos para tratar de no perder tanto”, agregó.
RENUNCIANTES
Un total de 11 personas firmaron la misma nota dejando el cargo que ocupaban. “Creo que ya son 14”, dijo Celso Cáceres sobre el particular. “Deben entregar al secretario, pero si todos se van, entiendo que no sé dónde deben hacer llegar”, agregó.
Los vicepresidentes Rodney Cuevas y Rafael García, el secretario Julio Núñez, el tesorero Gustavo Sandoval, los miembros Carla Fernández, Jorge Irala, Walter Brítez, Nelson Giménez, Blas Ortiz, Jorge Resquín, Gilberto Fleitas, Óscar Cacheiro, José Moreno y Mauro Narvárez quieren dejar el club. Celso Cáceres continúa en la presidencia con el apoyo del secretario de relaciones Jorge Vera, y el protesorero Oscar Ortiz.
1.100.000 DÓLARES es el dinero que recibe Luqueño por participar de los torneos de la APF en el año.
675.000 DÓLARES tiene asegurado hasta el momento por su intervención en la Copa Sudamericana.