El pasado 14 de febrero fue el último cumpleaños de Juan Desiderio Zacarías, quien llegó al mundo en 1946 y a los 74 años dejó de existir. Su partida sin retorno se conoció en las primeras horas de ayer y generó diversas reacciones, además de mucha tristeza y luto para el fútbol paraguayo.
Los aficionados no olvidan al popular “Juancho”, generador de infinitas anécdotas. El ex técnico dedicó su vida al Atlético Colegiales, club familiar que fundó en el año 1978 con sus hermanos. Bajo su mando, la entidad roja de 4 Mojones fue campeón de un “Torneo República” y participó en ediciones de la Copa Libertadores. Su madre también fue una incansable colaboradora.
Últimamente estaba con problemas de salud y había dejado hace un tiempo su tarea de entrenador de fútbol. Los liberteños no lo olvidan. El club repollero volvió a Primera División desde el “infierno de la Intermedia” gracias a aquel campeonato del año 2000, bajo la conducción de Juan Zacarías.
El hoy desaparecido supo imponer un estilo de juego en Atlético Colegiales, que ordenado en defensa y muy contragolpeador, muchos dolores de cabeza ocasionó a los equipos grandes.
En la última década de los 80 y principios de los 90 fue una “pesadilla” para Cerro Porteño y “sombra negra” de Olimpia. El DT era motivador, utilizaba el guaraní con sus jugadores.
Concentraba mucho tiempo y a la par con sus jugadores, incluso controlaba la comida, el peso de sus dirigidos y marcaba los horarios de descanso. Apretaba con prácticas intensas de fútbol durante la semana y duros trabajos físicos, especialmente durante la pretemporada.
Le gustaban los centrodelanteros matungos y punteros veloces, a quienes siempre les pedía desbordar por las bandas. Buscaba y siempre encontraba a esos diminutos jugadores en los campeonatos de Interligas, cuyas finales anteriormente se definían en Asunción.