POR MARTÍN VILLAGRA

Periodista

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El superclásico en Para Uno acabó con una pura y exclu­siva fiesta de Olimpia en su cancha con cuatro goles del Súper Roque Santa Cruz, que encaminan al Decano hacia la obtención del tetracampeonato. Con un segundo tiempo de ensueño, en el que hizo la gran dife­rencia ante el rival de siem­pre. Con Cerro regalado, sin piernas y haciendo aguas en defensa, Olimpia pudo marcar más goles para una goleada histórica. La hin­chada deliraba y gritaba ole, ole, ole.

Roque Santa Cruz hizo dos tantos con la pierna derecha, uno de zurda y otro de cabeza. Figura excluyente del super­clásico, por calidad y tre­menda jerarquía. Le ganó a Patiño, Cáceres, Amorebieta. Ridiculizó varias veces a todo el lento fondo azulgrana, que pronto se quedó sin piernas y fue rebasado.

El inicio fue de ida y vuelta. Cerro apretó y producto de la presión forzó el error en la salida. Alan Rodríguez se mandó un golazo con remate al ángulo. Haedo robó el balón y habilitó Cardozo. Olimpia reaccionó y ganó los rebotes. Erik López ganó por veloci­dad y dejó solo a Roque, quien con remate colocado puso la igualdad. Los juveniles Rodríguez en Cerro y López en Olimpia se destacaban en un partido peleado cuando estaba parejo hasta el fin del primer tiempo.

Alan Rodríguez, lo mejor de Cerro, otra vez adelantó al visitante con otro tremendo gol. Roque estaba enchufado y puso de cabeza el segundo para volver a empatar tras ganar a Amorebieta en el salto. Otro balón cazado por el ídolo decano sirvió para ponerlo de ganador. Un cuarto gol se veía venir y llegó tras un zurdazo esquinado. Todo fue de Olim­pia, que se prende más hacia el gran objetivo.

“No es común que en un clásico se conviertan tantos goles. Son partidos especiales, estuvimos dos veces abajo y el equipo no se resignó nunca. Muy con­tento por eso”, expresó el entrenador franjeado, Daniel Garnero, quien en plena con­ferencia de prensa “recibió” la visita de los jugadores, que lo empaparon de agua en medio de cánticos. “Tratamos de generar un funcionamiento para que jugadores de jerar­quía puedan hacer lo que hizo Roque”, acotó.

“Realmente nos duele perder este partido. El goleador del rival tuvo méritos. En ese ataque rápido nos convierten, lo que nos duele es que no pudimos sostener la ventaja que tuvimos en dos ocasiones”, comentó Vic­tor Bernay, técnico de Cerro. “Tuvo una gran capacidad golea­dora el rival, mérito del goleador en marcar esas cuatro ocasio­nes. En el segundo tiempo, con unos pequeños ajustes tuvimos de nuevo el control. Con la defi­nición de Roque no pudimos sos­tener el partido”, agregó.