- POR ÓSCAR GÓMEZ
- Periodista
- oscar.gomez@gruponacion.com.py
El festejo del gol de Néstor Camacho fue un grito de alivio para Olimpia. Por segundo partido consecutivo el equipo de Daniel Garnero no encontró los caminos claros para lastimar al rival, se fue encerrando mientras corrían los minutos y se llenó de nervios y ansiedad dejando de lado el fútbol que lo caracteriza.
La primera parte fue muy pareja. Santaní se plantó y tuvo la capacidad de jugarle de igual a igual a un equipo franjeado que no pudo desplegar su habitual fútbol ante la falta de confianza para mover el balón que le daba el estado del terreno de juego.
En este lapso, los locales tuvieron sus oportunidades, pero no pudieron concretar. Rodríguez y Oviedo fueron los puntos altos del equipo santaniano. En la complementaria, el trámite fue diferente. El Franjeado adelantó líneas y el local se replegó esperando salir de contra y así se desarrollaron más de 45 minutos.
Los contragolpes de Santaní eran mucho más peligrosos que los intentos desesperados de Olimpia, que incluso tuvo un penal y no lo pudo aprovechar.
Pero el enésimo centro que cayó al área del local lo encontró a Camacho que ni siquiera tuvo que saltar para asestar el cabezazo salvador, el que pone alivio en el puntero del campeonato y mantiene su ventaja en la cima de la tabla.