- Por Ireneo Acosta, periodista
Cerro Porteño lo dio vuelta a Guaraní al que ganó dos a uno, en un partido clave por el acumulativo y que marcó el cierre de una jornada sabatina con muchos goles.
El compromiso no fue de lo mejor, con estudios por parte de ambos entrenadores y lo táctico se vio reflejado en el sistema impuesto por cada uno, además de las pelotas divididas en el mediocampo. Poco a poco se soltaron los protagonistas y comenzaron a desequilibrar las acciones.
Los arqueros Don y Carrizo tuvieron también mucho trabajo.
Pero el árbitro Arnaldo Samaniego se llevó el protagonismo. Dejó jugar hasta con vehemencia y cuando quiso controlar, ya se le fue de las manos. No sancionó jugadas caras que fueron dentro del área aborigen, por faltas contra Haedo y Villasanti. En la complementaria, un empujón de Lopes contra Haedo, pero en la siguiente acción, sí lo pitó.
Abrió la cuenta en la primera fracción Fernando Fernández tras un contragolpe y un preciso pase de Ortigoza, que el atacante de cabeza conectó. En la complementaria, fue Larrivey, quien entró minutos antes, empató las acciones luego de un remate desviado de Ruiz, que el argentino lo corrigió. Ya en los tramos finales, Díaz, de penal, marcó la diferencia.
Fue ahí que Guaraní intentó llegar al empate, desordenado por completo y con muchos nervios.
A Bernay le salieron bien sus cambios; a Costas eso no le ayudó mucho. Fueron tres puntos a barrio Obrero, que le permiten seguir en carrera por más difícil que sea llegar a la meta. Al Aborigen le costará caro haber perdido este compromiso.