Buenos Aires, Argentina. AFP.
El superclásico argentino Boca-River, que todo hincha debe ver antes de morir, vuelve a jugarse hoy en semifinales de la Copa Libertadores, con los xeneizes forzados en su cancha a remontar el 2-0 que asestaron los millonarios en la ida.
Los defensores paraguayos Júnior Alonso y Robert Rojas integran el plantel de Boca y River, respectivamente.
Los hombres de azul y oro precisan lanzar un tsunami ofensivo para ganar al menos por 2-0, lo que llevaría a la definición mediante los infartantes penales. Pero tampoco podrán descuidar su arco porque un gol de los vigentes campeones de la Libertadores se computa como doble en caso de igualdad.
El que se clasifique disputará el 23 de noviembre un único encuentro final en Santiago de Chile frente al vencedor de la llave brasileña Flamengo-Inter, que empataron 1-1 en el primer choque en Porto Alegre y jugarán la revancha el miércoles en el Maracaná. El estadio Nacional chileno ha sido confirmado por la Conmebol pese al violento conflicto social que vive el país.
Es vox populi hasta en hinchas de otros clubes que los riverplatenses tienen el mejor equipo argentino de los últimos años. Y también el mejor DT, Marcelo “Muñeco” Gallardo, a quien llaman “Napoleón”, un estratega temible. Pero Boca quemará las naves, alentado por una multitud de 50.000 hinchas que cuando gritan y saltan en las graderías hacen temblar el piso de la cancha.