Malos resultados, un fracaso tras otro. Interminables lesiones de jugadores e inestabilidad total en cuanto a la conducción técnica y dirigencial. Entredichos entre directivos con algunas renuncias de por medio. En esas aguas navega Cerro Porteño, que se desprendió de Miguel Ángel Russo y en su reemplazo interina otro argentino desde ayer: Víctor Bernay, quien estaba al frente de la coordinación en las categorías formativas.
El club debió ponerse con unos cuantos dólares, menos de 300 mil, según se mencionó extraoficialmente para desligarse del todo el cuerpo técnico saliente.
Miguel Ángel Russo llegó para el inicio del Torneo Clausura y encaró sin suerte la Copa Libertadores. No le fue nada bien, incluso en la Copa Paraguay, torneo de menor rango, en el que el Azulgrana fue eliminado en los penales a manos del humilde 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero.
¿Qué se viene ahora para Cerro?, esa es la pregunta. Se menciona que en breve será n om i n a d o un entrenador y se barajan varios nombres. El que viene se topará con un plantel veterano. Varios jugadores tienen contratos por vencer. Se debe planificar para el 2020, ya la temporada está práct i c ament e perdida en materia de pelea por el título de campeón.
MÁS DE 50 DÍAS SIN CÁCERES
El defensor central Marcos Cáceres volvió a resentir la lesión muscular que tuvo el 17 de agosto en ocasión del superclásico ante Olimpia, en la Olla azulgrana.
El segundo capitán del Ciclón (el primero es Nelson Haedo) ya estaba en la última parte de su proceso de recuperación, pero se agravó la rotura fibrilar. Su ausencia lleva más de 50 días, tiempo muy alejado de lo estipulado inicialmente por el cuerpo médico. Los otros defensores centrales, Fernando Amorebieta y Juan Patiño, tampoco han estado a disposición en las últimas jornadas. Otro que está al margen por una dolencia es el lateral izquierdo Santiago Arzamendia, quien viene reponiéndose de una rotura fibrilar.