Buenos Aires, Argentina. AFP.

Otro superclásico argentino de cam­panillas entre River Plate, campeón defen­sor, y Boca Juniors, líder de la Superliga, se juega hoy en una semifinal de la Liberta­dores-2019, con el recuerdo fresco de la volcánica final de la Copa en el 2018 ganada por los millonarios.

Pasaron casi 10 meses y la vivencia de aquel histórico clásico, empañado por la vio­lencia, parece eterna. Ahora los xeneizes intentarán un desquite, con un partido de ida en el estadio Monumental riverplatense y la vuelta en la Bombonera el 22 de octubre, en ambos casos sin público visitante como ocurre en casi todos los partidos en Argen­tina desde el 2013.

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Para evitar una nueva agre­sión, Boca traslada hoy a su plantel en un autobús con los cristales blindados y se dis­pondrá un amplio operativo de seguridad con unos 2.000 efectivos, entre policías (más de 1.000) y unos 800 guardias privados, cuando habitual­mente River contrata a 500, según datos de la prensa.

De todos modos un exitoso ensayo general se realizó en el Monumental el 1 de setiembre pasado para un superclásico River Boca por la Superliga que finalizó 0-0, sin novedades sobre inciden­tes. Los defensores paragua­yos Robert Rojas de River y Júnior Alonso de Boca no están en el once titular de sus respectivos equipos. Mañana juegan la otra semifinal, en Porto Alegre, los brasileños Gremio y Flamengo.

26.400.000

DÓLARES

puede embolsarse el campeón de la Copa Libertadores en caso de que el monarca haya iniciado en las fases 1 (350.000 dólares), 2 (500.000) o 3 (550.000).

2.000.000

DE DÓLARES

se estima la recauda­ción de hoy en el esta­dio Monumental, con unas 65.000 asisten­cias, que ya están ago­tadas.


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