Ya había sacado a Caa­guazú (de Interme­dia, una categoría mayor) y ya había eliminado a San Lorenzo (de Primera, dos categorías por encima), pero nadie esperaba que la his­toria de Cristóbal Colón de Ñemby en la Copa Paraguay se agrande aún más y se siga escribiendo. Y de qué manera: eliminando nada menos que al último subcampeón de la competencia y actual tricam­peón del fútbol profesional paraguayo.

El equipo de Jacinto Zorri­lla estuvo a la altura ante un Olimpia completamente des­conocido y con rendimientos muy por debajo de lo espe­rado en jugadores que, en teoría, pelean por un puesto en el equipo base de Daniel Garnero.

Por lo visto a lo largo de la Copa Paraguay, después de ver los excelentes prime­ros veinte minutos del cua­dro de Ñemby (cuando Roa aguantaba todas las pelotas arriba, hasta que el muslo le dijo basta), la expecta­tiva se centraba en ver hasta cuándo podía aguantar físi­camente, descartando la posibilidad de que el gran esfuerzo de multiplicarse para cerrar todos los espa­cios, le alcance hasta final.

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Pero fue así. El Franjeado casi no generó situaciones de peli­gro real, los de Jacinto Zorri­lla defendieron siempre bien y además mostraron mucho criterio para mover el balón cuando la oportunidad se pre­sentaba.

Con puntos altísimos como el capitán Carlos Duarte, los volantes Sergio Gama­rra y Maximiliano Gómez, Colón terminó redon­deando una noche de ensue­ños cuando en la tanda de penales, Juan González contuvo el tiro de Luis de la Cruz e inclinó definiti­vamente la cuestión.

La Copa Paraguay, dentro de todos sus defectos y proble­mas, sigue dando historias de varios David que tumban a Goliat para tocar el cielo con las manos, por lo menos por un instante.

UNA VEZ MÁS, FUERA POR PENALES

Tercera tanda de penales que Olimpia pierde en la Copa Paraguay. En la edición pasada, en la segunda fase, Trinidense lo derrotó por la misma vía, pero el Franjeado consiguió su clasificación por una mejor producción entre los perdedores. Posteriormente, en la final, Guaraní le sacó la oportunidad de ganar tres campeonatos en un año, superándolo por 5-3 y quedándose con el título.

A esta lista se sumó ayer el Cristóbal Colón de Ñemby. Por campeonatos oficiales, el Franjeado no gana una tanda de penales desde la final de la Copa Libertadores 2002, cuando superó al São Caetano y se quedó con su tercera estrella. En la edición 2013 de la Libertadores perdió la Copa por esta vía y en el 2017, Bota­gofo le impidió ingresar a la fase de grupos tras derrotarlo por 3-1 en el Defensores del Chaco.

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