• POR MARTÍN VILLAGRA
• Periodista
• martin.villagra@gruponacion.com.py

Partido chato, parejo, cortado, impreciso, friccionado y suma­mente dividido. Peleado de principio a fin. Con pocas ocasiones claras frente a las dos porterías. Un fútbol demasiado amarrete y caute­loso, distante de la tremenda expectativa que generó en la previa el superclásico.

Iba a ser injusto que haya un ganador. Primó el excesivo temor a fallar y perder. Una jornada en la que se destacaron los defensores centra­les Juan Patiño y Fernando Amorebieta en Cerro; Car­los Rolón y Jorge Arias en Olimpia. El Decano hizo su partido, lo que le convenía.

Se cuidó atrás, dio la pelota y la iniciativa al local. Viendo su posición en la tabla, al final salió robustecido de su visita con empate de la Olla de Barrio Obrero. Tuvo lo suyo, aplicó un par de contragolpes, con apariciones fugaces de Néstor Camacho, el aguante de Roque Santa Cruz, corri­das de Alejandro Silva y el apoyo de Sergio Otálvaro.

Cerro perdió una chance de acortar diferencias y ante el rival de siempre. Tomó la ini­ciativa, pero le costó propo­ner y pronto se fue apagando. Federico Carrizo fue su hom­bre distinto, quien mostró algo más de atrevimiento. Nelson Haedo luchó, pero estuvo enredado. Joaquín Larrivey fue bien controlado y casi no apareció. Muy estáti­cas las participaciones de los volantes Mathías Villasanti y Juan Aguilar.

El inicio fue con Cerro pro­poniendo, aunque con un fút­bol anunciado, lateralizado y sin profundidad. Alan Rodrí­guez se mostró poco y estuvo bien controlado por Miguel Samudio.

Arzamendia se soltó poco por la izquierda. Olimpia equilibró el medio, con el ingreso de Richard Sán­chez, quien apoyó la tarea de quite de José Leguizamón y Rodrigo Rojas.

Cerro perdió a su defensor Marcos Cáce­res, quien a la media hora se retiró lesionado y lo remplazó acertadamente Juan Patiño.

En los últimos diez minutos, Cerro Porteño se lanzó en busca del gol del triunfo. Luis Fariña insinuó algunas apro­ximaciones, aunque careció del acompañante ideal. Olim­pia resistió con diez hombres, ya sin cambios disponibles, cuando se retiró por lesión el lateral Miguel Samudio. Las pelotas fueron al área y los centrazos abortados por los defensores visitantes.