• POR ÓSCAR GÓMEZ
• Periodista
• oscargomez@gruponacion.com.py

Sí, Olimpia ganó y vol­vió a la punta del Clau­sura. Pero al finalizar el partido no todo fue festejo porque, mirando el equipo de Daniel Garnero, quedó diez­mado teniendo el superclá­sico a la vuelta de la esquina. El Decano consiguió un triunfo con tinte pírrico ayer en su casa.

Antolín Alcaraz reaccionó ante una provocación de Paulo Lima y se fue expulsado con roja directa. Algo hasta infan­til si se quiere para alguien de su experiencia. Además, Sebastián Arce, quien se ganó el puesto de Sub 19 en el último par de juegos, tuvo que dejar el campo de juego en el primer tiempo por una lesión. Dos que se pierden el partido en Barrio Obrero.

Desde el manejo de juego, el 3-1 es un resultado que se adecua casi perfectamente al partido porque el local tuvo la pelota y el visitante corrió tras ella. Pero la realidad del trámite indica que Olimpia sufrió mucho más de lo esperado para retornar a la senda triunfal y a la cima de la clasificación. A los de Garnero les costó encon­trar la forma de lastimar en los últimos metros del campo de juego. De hecho, ninguno de sus tres goles llegó a través de jugadas elaboradas. El 4-1-4-1 de Tiburón Torres permitió que Luqueño tenga solidez en el fondo, incluso cuando César Benítez salió lesionado y lo reemplazó Juan Ojeda.

Cerca del final del primero tiempo, los envíos largos de los centrales para los extremos comenzó a ser un arma para Olimpia, al ver que la secuen­cia de pases en la cabecera del área era imposible.

Así se ganó un tiro de esquina y a través de eso llegó el primero de Iván Torres. Misma fór­mula para el segundo: jugada de balón quieto, rechazo a medias de la defensa auriazul y aprovechamiento de los ata­cantes franjeados.

El descuento de Ojeda al inicio de la complementaria fue un golpe duro para el local porque agrandó a Luqueño, que tuvo más presencia en terreno ene­migo y los errores en defensa parecían merodear en Olim­pia.

Sobre el final, Ale Silva puso el 3-1 para un equipo franjeado que deberá recuperar a sus lesionados en tiempo récord y rearmar correctamente su defensa para ir fortalecido a La Nueva Olla el próximo sábado.

Alfredo Aguilar, Sergio Otálvaro, Maximiliano Olivera, Richard Ortiz, Richard Sánchez, William Mendieta, Tabaré Viudez, Anto­lín Alcaraz, Sebastián Arce. Nueve bajas tiene por ahora Olimpia a seis días del superclásico del fútbol paraguayo y vivirá una aje­treada semana buscando recuperar a estos.

Roque Santa Cruz, que se repuso a tiempo para el juego de ayer y nuevamente fue clave, finalizó extenuado el partido y con un gran corte en el muslo derecho, ocasionado por Richard Cabrera en la última jugada, en la que Quintana sancionó penal. Aun así, el 24 no tendría problemas de llegar al partido ante Cerro Porteño.

“Se le da demasiada autoridad a los árbitros. No me pareció que fuese para una expulsión” (por Antolín Alcaraz), se quejó el DT de Olimpia, Daniel Garnero. “Muy conforme con el funcio­namiento del equipo. Pudimos sacar diferencias, y estamos en eso de que un pequeño error nos hacen los goles. Vamos a evaluar, a hablar con los médicos para saber cómo están los lesio­nados, redondeó el adiestrador.

“No supimos aprovechar las ocasiones. Jugamos contra el árbitro y contra un gran equipo de Olimpia. El arbitraje esta vez nos complicó, este árbitro cobra todo al revés”, se quejó en conferencia de prensa el entrenador del Spor­tivo Luqueño, Roberto Torres. “No quiso ser esta vez y hay que reponerse en el siguiente partido”, agregó.