• POR PEDRO GÓMEZ ZORRILLA
• Periodista
• pedro.gomez@gruponacion.com.py

Dos Bocas está de fiesta. Guaraní, jugando en su coqueto estadio Rogelio Sil­vino Livieres, logró su pri­mera victoria en el campeo­nato Clausura ante Santaní y de la mano del carismático entrenador Gustavo Adolfo Costas. Este profesional vive con todo su tarea. No le fue nada fácil el partido al Legendario. Estuvo en des­ventaja y debió quemar todas sus naves para conseguir la igualdad y luego el tanto que le dio el triunfo.

El zaguero albinegro de los santanianos Inocen­cio Velázquez, con golpe de cabeza, que es el déficit de los aurinegros, anotó para el equipo visitante. Golpeó fuerte a Guaraní y se fue con todo en busca de la paridad. Es un equipo bien conducido por Claudio Aquino y respaldado por el “Pitu” Fernando Barrientos.

Apareció nuevamente en su función de goleador Fer­nando Fernández para mar­car la paridad. Es un jugador que cuando llegó de nuevo a su casa, que es Guaraní, dijo que se iba a cansar de meter goles y lo está cumpliendo.

Pero para no quedar atrás en el ataque, fue llamado en el segundo tiempo José María Ortigoza, quien con un zur­dazo venció a Rodrigo Gimé­nez y darle así al equipo de Dos Bocas los tres puntos y mirar con mayor confianza el segundo torneo organizado por la APF.

En la semana del niño, los aurinegros dieron un pequeño homenaje a los menudos de las Olimpiadas Especiales Paraguay y los chicos de la escuela de fút­bol de Guaraní. Ingresaron a la cancha acompañando a los jugadores del Legenda­rio y sintieron mucha ale­gría.

Luego posaron con el conjunto para los reporte­ros gráficos. Pero el agasajo hubiera sido mayor con la entrega de remeras y pelo­tas, que hubieran impactado mucho más en los niños que son el futuro del balompié nacional.