Cerro Porteño tuvo una meritoria presentación ante San Lorenzo de Almagro en el partido de ida de octavos de final de la Copa Libertadores. Quedan 90 minutos. La definición de la serie será el próximo miércoles en una Olla de Barrio Obrero que con seguridad estará repleta de público.
Es importante el empate sin goles y hasta pudo ganarlo el Ciclón paraguayo. Un milagro salvó a San Lorenzo. Federico Carrizo entró solo, remató para el gol tras habilitación de Hernán Novick, pero apareció como un fantasma el defensor Coloccini, quien despejó de cabeza la jugada de mayor peligro del partido.
El Ciclón se portó, partiendo desde el arco con buenas tapadas y ubicación del arquero Juan Pablo Carrizo. La defensa respondió con Santiago Arzamendia por el flanco izquierdo. Los centrales Marcos Cáceres y Fernando Amorebieta se encargaron de abortar cada intento del rival. Mathías Villasanti y Juan Aguilar corrieron una barbaridad y taponaron los conductos de generación de San Lorenzo.
El rival solo por empuje forzó las acciones, aun después de la expulsión vía VAR del lateral Alberto Espínola tras una falta imprudente cuando estaba amonestado. El representativo paraguayo se plantó, incluso cuando hubo otras complicaciones, como la lesión de Hernán Novick, quien comenzó a caminar por la cancha al sentir una dolencia. Faltó más claridad en Josué Colmán. Pese al empeño, Federico Carrizo estuvo enredado. No pudo gestar acciones para provecho de Joaquín Larrivey y Nelson Haedo, quienes tuvieron escasa participación y movilidad ofensiva.
En un partido intenso, trabado como peleado de entrada, Cerro Porteño tuvo chances. Joaquín Larrivey intentó un remate de taco de cara al gol tras habilitación de Josué Colmán. Respondió bien el portero Torrico. Otro remate de Mathías Villasanti salió lamiendo el palo después del pivoteo de Larrivey. San Lorenzo tuvo lo suyo. El arquero Juan Pablo Carrizo paró la posibilidad clara de gol con una gran estirada tras tiro potente de Menossi.