El premio es ser el tercer equipo clasificado, un lugar donde no todos apuestan llegar y, más aún, cuando se trata de los dos equipos que han disputado las últimas finales de las Copas en Chile y Estados Unidos, respectivamente.
La presencia paraguaya se dará cuando ingresen Mario Díaz de Vivar, Eduardo Cardozo y Darío Gaona, para dirigir el compromiso. Arnaldo Samaniego no fue designado, pero Ubaldo Aquino será el veedor arbitral. El azar ha querido que la Argentina de Lionel Messi y el Chile de los “Cuatro Fantásticos” vuelvan a cruzarse en la Copa América de Brasil, pero esta vez no será por el título como en las ediciones del 2015 y 2016, sino por el tercer puesto, un partido que nadie quiere jugar.
Una cosa en común tienen estos días la albiceste y la roja: son selecciones heridas. Los de Lionel Scaloni cayeron el martes por 2-0 en semis con Brasil, en su mejor partido del torneo y, seguramente, de la era del joven estratega, pero eso no oculta que es un nuevo fracaso para Messi, que solo gana títulos con el Barça. No pasa igual con la selección, muy presionada para dejar atrás la sequía de títulos que arrastra desde la Copa América de 1993.
Los dirigidos por el DT colombiano Reinaldo Rueda, por su lado, vieron el miércoles esfumarse su sueño del tricampeonato en la Copa América al caer por sorpresa contra Perú. En el 2015 y 2016, ganaron precisamente a Argentina en ambas finales por penales, y en esta edición era uno de los grandes favoritos.
En el Arena Corinthians poco más que el honor se jugarán dos equipos que querían más en esta Copa. Pese a ello, ambos equipos querrán despedirse dando una buena imagen. La albiceleste fue de menos a más en este torneo, dejó un muy buen sabor de boca en el partido contra Brasil y ahora está obligada a mantenerlo. También Rueda tendrá que esmerarse en este partido.