- POR ÓSCAR GÓMEZ
- Periodista
- oscar.gomez@gruponacion.com.py
Santaní cerró su primera participación en la Copa Sudamericana dejando una muy mala imagen. En una noche en la que necesitaba inspiración, fútbol y también mucho de entrega, algunos jugadores confundieron esa entrega con violencia y se pasaron de revoluciones, golpeando a rivales y complicando todas las chances, ya que el cortado juego favorecía a los colombianos que llegaban con ventaja al Defensor es del Chaco.
Alejandro Toledo empujó a un rival frente al árbitro y se fue expulsado tras finalizar el primer tiempo, pero durante el transcurso de este, Cristhian Aguada ya debía haber visto la tarjeta roja. En el segundo tiempo le tocó irse a José Cañete, quien también cayó en la provocación de un rival, esta vez de Pacheco, y reaccionó empujándolo a la vista del juez venezolano, que pese a haber acertado en las tres expulsiones no tuvo una buena noche, perdió rápidamente el control del partido y permitió mucha conducta violenta de varios jugadores.
¿Y en fútbol? Santaní también estuvo lejos. Salvo algunos intentos solitarios de Isidro Pitta, los de Pablo Caballero ofrecieron muy poco en función ofensiva. Su único gol llegó de manera fortuita. En ningún tramo de la serie el cuadro santaniano pudo mostrar estar a la altura del rival, que pese a algunas limitaciones posee jugadores potentes que aprovechan las pocas ocasiones claras que genera.