En una charla imperdible con el programa “Futgol” de la 970 AM, el presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, Robert Harrison, declaró la guerra a la violencia y a los violentos. Inició acciones legales dentro y fuera del ámbito deportivo. No pasó por alto el desastroso arbitraje, detonante de graves hechos en la Olla en ocasión del partido Cerro Porteño-San Lorenzo (1-1).
Harrison sostuvo su trabajo honesto, transparente y enfatizó su tradición deportiva. Su padre fue presidente de la APF. Mencionó que recibió apoyo de once de los doce clubes de Primera División en ocasión de la manifestación violenta de la que fue objeto recientemente frente a su domicilio. Involucró a integrantes de la barra de Cerro Porteño.
“Hemos vivido un momento que se pasó de la raya. No soy ningún bandido ni una persona que está al margen de la ley. Soy transparente y honesto. Me desvivo en mis funciones en este momento como presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol. Tengo mis empresas. Gracias a Dios, tengo unos hermanos fantásticos que me están apoyando. No voy a dejar pasar esta situación”, declaró con relación a la manifestación de barras frente a su domicilio cuando estaba con su familia y dirigentes de la APF.
LUCHA FRONTAL
Harrison dijo que emprende una “lucha frontal contra la violencia, que es una de mis obligaciones. No podemos permitir el desborde de la violencia física y verbal. Fue enviada esa gente a mi casa. No voy a dejar así nomas, iré hasta las últimas consecuencias. De hecho, ya hice la denuncia en la Fiscalía y lo haré al tribunal de la APF”, refirió.
UN DESASTRE
Harrison reconoció que el arbitraje en el partido entre Cerro Porteño y San Lorenzo fue un desastre, oportunidad en que se validó un gol ilegalmente a favor de San Lorenzo.
“La actuación de los jueces fue lamentable. Me di cuenta de los errores. Quería agarrar el teléfono, llamarle al árbitro y decirle que no era lo que estaban marcando. Eso no ocurrió y no se pudo solucionar el grave inconveniente”, sentenció.
EN EL DEFENSORES
Robert Harrison no ocultó su felicidad porque el Defensores del Chaco albergará la final única de la Copa Su- damericana el próximo 9 de noviembre. Detalló que se realizarán mejoras en el coliseo bajo asesoría técnica de la Conmebol. Destacó que una empresa brasileña llevó adelante una auditoría. Anunció cambio de lumínica, sustitución de torres, que hoy solo tienen 27 metros de altura.
Las exigencias de la Conmebol y la FIFA son entre 44 y 46 metros de altura para las torres. Se va mejorar el campo de juego, sustituir sillas y ampliar el sector de prensa, ya con miras al inicio de las clasificatorias sudamericanas para la Copa del Mundo Qatar 2022. Sobre las condiciones del estadio Antonio Aranda del 3 de Febrero y Río Parapití del 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero, señaló que se está supervisando.