Era una jornada de fiesta. Feriado y las familias en las can­chas. En Capiatá, el Erico Galeano estuvo repleto de olimpistas que esperan el tri­campeonato y en La Nueva Olla, los cerristas más fieles fueron a apoyar al equipo de Fernando Jubero.

Pero de manera vergonzosa, el arbitraje fue el gran pro­tagonista en una jornada clave y definitoria del tor­neo Apertura. El asistente de línea Diego Silva inventó un gol a favor de San Lorenzo en Barrio Obrero, que fue convalidado por Cristian Aquino, en una jugada increíble, en la que tras un remate de Sebastián Fernán­dez desde fuera del área, la pelota botó poco más de un metro fuera de la línea de gol. Además, Aquino tampoco sancionó un penal de Juan Aguilar sobre Ismael Reyes, de San Lorenzo.

Tras el remate de Sebastián Fernández, el balón botó poco más de un metro fuera del arco, pero el asistente Diego Silva convalidó el gol.FOTO:CAPTURA DE PANTALLA

Mientras que en Capiatá, José Méndez no se animó a cobrar un penal clarísimo a favor de Olimpia, con el par­tido 2-1, por una mano evi­dente de Ángel Martínez.

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El arbitraje ingresa nueva­mente al ojo de la tormenta tras lo ocurrido anoche.

Horacio Elizondo deberá explicar las razones de esto y tratar de encontrar una justificación por el mal des­empeño de los jueces que él prepara.

En cuanto a lo futbolístico, en Capiatá, Olimpia se repuso del golpe inicial capiateño y lo dio vuelta, pero se des­cuidó sobre el final y se lo empataron. Incluso casi se le fue el invicto, pero Agui­lar lo salvó. Las chances del Decano siguen siendo las mismas que antes del ini­cio de esta fecha. Ganando en Ciudad del Este ante San­taní será tricampeón del fút­bol paraguayo.

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