El público azulgrana cumplió, fue en gran número a la Olla y el equipo le retribuyó con creces. La fiesta y felicidad que se desataron fueron muy completas. Además, la goleada sobre el Atlético Mineiro es la más abultada del Ciclón sobre un adver­sario de Brasil. Todo a pedir de boca: cuatro triunfos en igual cantidad de partidos. Puntero e invicto en el mejor comienzo de todos los tiem­pos en la Copa Libertadores.

Después de un inicio tibio y en falso, donde Ricardo Oli­veira puso el tanto para el Atlético Mineiro, Cerro se soltó y con cuatro goles hizo la diferencia para clasificar a los octavos de final.

El gol de tiro libre de Mar­cos Acosta puso la tran­quilidad. El golazo de un remate colocado de Fede­rico Carrizo comenzó a desatar la locura, a la que se le agregó el tercero tras gran guapeada del “Topo” Cáceres. Joaquín Larrivey ridiculizó a la defensa y al arquero Víctor para robarle la pelota y marcar el cuarto. Fueron minutos de locura azulgrana para un primer periodo arrollador. En el complemento hubo chan­ces para más goles. Larrivey y Haedo por poco no mate­rializaron otros profundos contragolpes.

Marcos Acosta fue impor­tante en el tiempo que estuvo con un gol y un pase-gol. Villasanti cada vez se va soltando. Federico Carrizo movió el ritmo por toda la ofensiva. Con un Cerro buscando el quinto tanto, tocando el balón, incluso con un par de tapadas del arquero Rodrigo Muñoz, se fue el partido.

La nota triste fue la lesión del central Fernando Amo­rebieta, quien fue derivado a un centro asistencial tras protagonizar un choque sobre el final del primer tiempo.

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