El público respondió y le dio un gran marco a la Olla. A Cerro le costó acomodarse en la can­cha, resbaladiza y pesada a consecuencia de la lluvia. Con orden, buen toque y un par de veloces contragolpes, Zamora encendió la alarma. El taco de Nelson Haedo fue un golazo tras centro de Salustiano Candia. Así se abrió un partido más equi­librado de lo esperado. Otra vez el “León” Haedo conectó un taponazo para ampliar la cuenta tras pase de Larrivey en el área. Era impensada una reacción importante del guapo Zamora, pero esta no tardó y llegó. El delantero paraguayo y ex Olimpia Gui­llermo Paiva apareció para culminar una profunda incursión. Con el descuento se sembraron algunas dudas para el Ciclón. En el ir y venir, golpe a golpe, para Cerro quedó corto el resultado. Su fútbol no fue arrollador, pero hubo chances para capitali­zar mejor. Esto es la Liberta­dores y lo más valioso tiene que ver con disfrutar del lide­rato compartido con puntaje perfecto, junto al Nacional de Uruguay.

Nelson Haedo fue la gran figura y merecidamente se retiró ovacionado. A su acom­pañante, Joaquín Larrivey, le faltó recibir más pelotas de frente al arco. Mención espe­cial a la buena ubicación del arquero Rodrigo Muñoz. Bue­nos cruces de Juan Escobar y muy canchero Amorebieta en el fondo. Impreciso Óscar Ruiz y Federico Carrizo dema­siado intermitente. Generoso despliegue de Salustiano Can­dia para enredar. Villasanti estuvo firme en la conducción junto con Juan Aguilar.

Zamora peleó, tocó bien y puso en cierto riesgo el triunfo de los locales.

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