A Libertad le costó abrir el camino de la victoria sobre el Atlético Nacional de Medellín. El cómo se sabrá si importa realmente cuando se defina todo en la revancha agendada para Medellín a finales de este mes.

Óscar “Tacuara” Cardozo otra vez fue la tabla salvadora del Gumarelo. Definió impecable, bien atento cuando de puro guapo Paulo da Silva peleó en ofensiva y habilitó al goleador para darle perfecta culminación a la única jugada que terminó en gol.

Es cierto que el resultado es estrecho, pero lo bueno es que no se encajó ningún gol en condición de local. La serie está abierta, pero las condiciones están favorables para ir a pelear sin toda la presión en contra en ocasión de la revancha.

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Libertad entró impreciso, confundido y careció de fútbol. Muchos centrazos en medio del enredo. Un mal inicio en el cual se le dejó tener mucho la pelota al equipo colombiano.

Atlético Nacional tenía la pelota, pero no cambiaba de ritmo. Fue un equipo largo, que fue ganando en confianza de a poco. La actitud de Libertad fue diferente en el complemento. Forzando las acciones le puso contra las cuerdas al cuadro colombiano.

Los corazones se paralizaron cuando el golero Martín Silva falló y enmendó su error Ayrton Cougo. Un gol en ese descuido hubiese resultado fatal. Libertad tiene vida en la Libertadores, presto como para dar pelea.

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